domingo, 12 de marzo de 2017

196. Feminismo insumiso

En mi adolescencia, cuando veíamos una mujer de armas tomar, solíamos decir que "esa vieja es tan verraca, que se quita los calzones por la cabeza". Había unas muy bravas y corajudas, muy de respeto.

Se celebró el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2017, y las noticias dan cuenta de Sara Flores Romero, una joven de 18 años que se dirigió a la Real Academia de la Lengua Española para pedir que se modificara la definición de la mujer como sexo débil (y de rebote la del hombre como sexo feo), petición que fue acogida positivamente. A partir de ahora en el diccionario digital cambiará esta definición, y en la próxima actualización del diccionario impreso ocurrirá lo mismo. De entereza la muchachita, para qué negarlo, de mucha entereza.

https://www.kienyke.com/noticias/la-rae-modificara-la-definicion-de-sexo-debil-tras-molestia-de-las-mujeres

En la comuna 9 de Medellín, que tiene el nombre genérico de Buenos Aires, hay un sector colgado de las laderas del cerro Pan de Azúcar que se denomina “Barrio 13 de Noviembre”. ¿Por qué escogieron tal fecha?, pregunté. “Porque ese día llegaron los dueños de un terreno de invasión acompañados del ejército y la policía, pero los ocupantes se armaron de piedras y garrotes y no se dejaron desalojar”. 

Otro barrio de esa comuna, en las mismas laderas, se denomina “8 de marzo” y seguramente, por lo menos en sus comienzos, fue un matriarcado liderado por mujeres de raca mandaca. Las damas fundadoras escogieron ese nombre para su barrio construido en otro terreno de invasión que tuvieron que defender a brazo partido porque sus propietarios lo tenían como lote de engorde y no se lo querían dejar quitar, pero ellas ya se lo habían quitado y su ocupación era un hecho. También las mujeres cabezas de hogar en esa comunidad se enfrentaron con decidida actitud belicosa para defender lo conquistado. ¿Por qué escogieron ese nombre para su barrio? Lo escogieron porque en esa fecha se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”.

Algunos matices de lenguaje se denominan como políticamente correctos, y hay que tenerlos en cuenta para no embarrarla con alguna minoría, como decir la afrodescendencia o la comunidad gay. Puede uno meterse en camisa grande. ¿Recuerdan la ofensiva e inoportuna frase del concejal envigadeño sobre los dineros para inversiones en el Chocó? Desde el punto de vista del electorado político, su metida de pata no pudo ser más grande de lo que fue. Esas cosas no las dice un político que depende de los votos de sus electores y que tiene infinidad de afrodescendientes a su alrededor. Sólo que lo que él dijo, en el sentido de que los políticos de ese departamento (si por allá llueve, por acá no escampa, concejal) se pierden por malversación ¡es verdad! Es verdad, pero no se puede decir en público y ahí está la diferencia.

Y hablando de minorías, situémonos en las primeras décadas del siglo XX cuando el solo hecho de ser bachiller equivalía a un magíster de los de ahora, y no eran muchos los que ostentaban ese cartón. La mayoría de los vecinos de uno a duras penas había terminado la escuela primaria y pare de contar. Eso hablando de los hombres, porque en el mundo machista que imperaba muchos padres pensaban que gastar recursos en la educación de una mujer era botar la plata porque las mujeres estaban hechas apenas para bordar y moverse en la cocina hasta que se consiguieran un marido para que las sostuviera por el resto de la vida. Las mujeres eran una minoría sometida al dominio de los machos. Surgen en Antioquia los industriales creadores de empresa que fundaron las textileras, las gaseoseras, las chocolateras, las cigarrilleras, las cementeras, etc., todos hombres. Pero en medio de machismo tan rampante, apareció una idea para ese mercado que requería de obra de mano: las mujeres eran buenas obreras. Eran, por lo menos, tan hábiles como los hombres para operar una máquina. Eran más pulidas. Eran más honradas. Eran más juiciosas. Eran más dóciles… 

¿Más dóciles? ¡Mamolas! Ahí fue donde se equivocaron los patronos. Por creer a las mujeres bajadas del zarzo fue que se generó en la población de Bello (antiguo Hatoviejo), en una de las primeras fábricas de textiles de la región, la que ahora se llama Fabricato (Fábrica de textiles del Hato), la primera huelga obrera del país, en hecho que ocurrió el 20 de febrero de 1920; y no la hicieron los hombres sino las mujeres, lideradas por una campesina de armas tomar: Betsabé Espinal. Hoy está prácticamente olvidada esa contemporánea y copartidaria de María Cano, pero la historia nos llega contada por don Carlos Uribe a través del blog de Víctor Bustamante Cañas. 


Interesante historia la de Betsabé, una mujer que seguramente murió soltera porque en esa época a una mujer así le quedaba muy difícil conseguir marido. Yo creo que de ahí salió aquello de que "Los caballeros las prefieren brutas". A las mujeres no se les permitía pensar. Decía un viejo de los de la vieja guardia que "una mujer que piensa es un peligro para la estabilidad del hogar".

Y también en un artículo en el blog Legado de Antioquia se cuenta su historia:


Volviendo al nombre del Barrio 8 de Marzo, de la comuna de Buenos Aires, veamos qué dice doña Wikipedia de Google sobre lo que pasó en esa fecha:


Según eso, el Día Internacional de la Mujer no debería ser el 8 sino el 25 de Marzo, pero vaya uno a saber por qué cambiaron de fecha:


El caso es que a raíz del incendio de esa fábrica se produjeron unos cambios en las condiciones contractuales que mejoraron drásticamente la situación de la mujer trabajadora, y por eso es ese el mes que marca su revolución laboral.

Mujeres en huelga

De haberse sabido con precisión otra fecha, en términos del Calendario Gregoriano que nos rige, sería esa la del determinado como Día Internacional de la Mujer. Se trata del día en que Lisístrata, la protagonista de la obra de teatro de Aristófanes en el siglo V antes de Cristo, en la antigua Grecia, reunió a sus congéneres y lideró una huelga sexual contra los hombres para forzarlos a dejar de guerrear y de descuidar los deberes hogareños. “O dejan de pelear, o nada de aquello”. En esos tiempos, el paro vaginal fue más efectivo que cualquier diálogo de paz, y determinó de una vez por todas que “la que manda, manda”. Y la que manda no es la cabellera de Sansón sino la tijera de Dalila.

Una caricatura titulada “Lo que hay en la mente del hombre” describe su pensamiento con respecto a la mujer. 

Lo que hay en la mente del hombre

Ignoro quién fue la persona que hizo el dibujo largamente difundido en Internet, pero es la demostración de que “una imagen vale más que mil palabras”.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)



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