domingo, 27 de diciembre de 2015

132. Aniversario 2º del blog Postigo de Orcasas

Al llegar al último día del año 2015 se cumplen dos años de haber montado el blog “Postigo de Orcasas”, que varios de ustedes me sugirieron pero tiene un padrino indiscutible porque él fue quien me empujó del trampolín y me obligó a aprender a nadar: El amigo Jesús Fernández Ceballos. “Te lo digo por enésima vez, hombre Orlando, montá el blog para que tus artículos no anden por ahí desperdigados y queden recogidos en un solo lugar”.

Dos años después, completo 725 días y 132 artículos montados, que han sido visitados 19.000 veces con un promedio diario de 26 visitas. No son muchos, si se compara con los seguidores de Shakira; pero tampoco son pocos y, sobre todo, son fieles. Esa fidelidad me obliga a tratar de tener un artículo listo cada semana, que programo para que salga los domingos y mantenga colmadas las expectativas. 

Mil gracias a los seguidores frecuentes, mil gracias a los esporádicos, y mil gracias a los que se interesaron por entrar alguna vez y no han vuelto. Entre todos hacen el caudal de mi estadística. Mil gracias también a dos o tres blogs ajenos que han recogido colaboraciones mías, como decir los blogs Emilio Restrepo.blogspot.com y Crónicas de Belén.blogspot.com, del médico Emilio Alberto Restrepo Baena; como decir los blogs Festitango de Medellín y Neonadaísmo 2011, de Víctor Bustamante Cañas; como decir el blog NTC.blogspot.com, de los amigos Gabriel Ruiz Arbeláez y María Isabel Casas; como decir el blog Encuentro Latino, del amigo Carlos Molano; y como decir el blog Tras la Cola de la Rata, de Diego Firmiano, que recientemente solicitó mi autorización para reproducir varios de esos artículos.

Un nuevo año colmado de éxitos deseo a todos ustedes.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)
-------------------------------------------------------------------
POSTIGO DE ORCASAS (consultar tabla de índice de títulos o contenido)


domingo, 20 de diciembre de 2015

131. Navidad tanguera

Dicen los anglosajones que “sin nieve no hay navidad”, porque es en la nieve en lo que encuentran el espíritu de la temporada, y los latinos repetimos la frase una y otra vez como si supiéramos de qué hablamos. No estamos ni tibios. Amar la nieve en fotografías de postales, en las pantallas de cine o de televisión, es fácil. Lo difícil es amarla con una pala en la mano mientras se retira la montaña acumulada frente a la puerta de entrada, amarla mientras se amarran cadenas a las ruedas del carro para que no resbale sobre el hielo, amarla mientras se deja el carro abandonado para pasar a pie al otro lado de la carretera desoyendo todas las advertencias de peligro durante una avalancha, porque la perspectiva de estar en casa al otro lado es más atractiva que la de permanecer congelándose junto al vehículo. En fin, dicen que cada quien habla de la feria según le va en ella, pero no necesariamente tiene que haberle ido mal a uno en la nieve para que aquel que odia el frío sepa que ser cobijado por ella tiene de todo menos de romántico.

No soy amante de la navidad. Pertenezco a ese segmento de la población que considera la navidad una época muy congestionada, con demasiados compromisos, con mucho ruido, con mucha fiesta, con mucha pólvora, con muchos triquitraques, con muchos perros estresados ladrando por los triquitraques, con muchos niños que lloran porque los despiertan de su sueño, con muchos ancianos enfermos que no pueden dormir por la bulla, con muchos borrachos, con mucha congestión en las playas, con mucha congestión en los vuelos aéreos, con mucha congestión en los hoteles. Soy navidofóbico y prefiero las temporadas frías o bajas a esta denominada temporada alta o caliente. Para acabar de ajustar, he leído por ahí que la navidad es una época en que se agudizan las enfermedades maniacodepresivas y que es el tiempo en que se presenta mayor cantidad de suicidios. ¡Qué horror!

No soy bueno para apuntarme a la cantidad de compromisos creados por el consumismo, como decir el día de todo lo habido y por haber, desde el día del gerente, el día de la secretaria, el día del contador, el día del auxiliar de oficina, el día del mensajero, y el día de la muchacha del aseo. Me quedo con el día de la madre, y pare de contar. Si hablamos de cumpleaños, todo ser viviente cumple años una vez en el año, y eso significa el supuesto de que uno debe saber la fecha de nacimiento de toda persona que conoce, y estar pendiente de tal día en el almanaque. Es un compromiso serio, porque todos los meses cumplen varios de los relacionados que uno tiene, al punto que hay empresas donde han optado por partir una torta el último día de cada mes para felicitar a todos los cumpleañeros, caiga quien caiga. Hacen muy bien. No están los directivos para ver todos los días alguna oficina adornada con bombas y cadenetas, ni para que todos los días a las cinco de la tarde a alguien le dé por entonar el happy birthday to you.

Un tiempo hubo en mi vida en que no me alcanzaba el presupuesto para comprar un detalle de navidad para todas las personas de la familia, para el que me lustra los zapatos, el que me vende el periódico, el vigilante de la cuadra, el vendedor de la lotería, los cajeros de los bancos, el jefe de cuentas corrientes, los vigilantes y porteros del edificio, los cargueros del carro recogedor de la basura que uno no ve cuando pasan pero que a partir del 16 de diciembre lo hacen anunciándose con campanas y tocando de puerta en puerta para pedir el correspondiente aguinaldo; aguinaldo que incluye al taxista ocasional que lo transporta a uno, y hasta a desconocidos que le estiran la mano pidiendo su navidad. 

En un tiempo tomé la costumbre de comprar a las voluntarias del Hospital San Vicente de Paúl unos paquetes de cien tarjetas navideñas marcadas con mi nombre, y tenía que hacer maromas para cuadrar la lista de las personas que los debían recibir. No era suficiente con marcar algunos destinatarios como “Familia Tal”, o “Señores de la Filarmónica”, sino que uno debía tomar la lista de 125 nombres y empezar a recortar a Fulano, “porque él tampoco me mandó tarjeta el año pasado”; o a Zutano, “porque él cumple años el 24 de diciembre y no puedo salirle con una simple tarjeta”.

La costumbre de las tarjetas data del año 1943 y es un invento del británico Sir Henry Cole que encargó a un pintor que le hiciera un cuadro con motivo navideño para él mandarlo a imprimir en una tipografía y enviarlo como mensaje personal de buenos deseos. Como invento, fue genial; hasta que se popularizó al punto de que el que no mandaba tarjeta quedaba “como un negro, tacaño y maleducado que peló el cobre”; así esas tarjetas tuvieran como única finalidad ser colgadas del árbol de navidad de la oficina o pegadas de la puerta de entrada a la casa hasta el 6 de enero en que se quitaban porque “ya estamos de navidad hasta la coronilla”.

Tango en navidad”, pintura del irlandés 
Alan Hogan, residente en Finlandia

Con el Internet no solo desaparecieron las cartas escritas a mano y enviadas por correo, sino que desaparecieron las tarjetas navideñas y fueron reemplazadas por mensajes colectivos que buscan quedar bien con Raimundo y todo el mundo. Eso está bien, y a eso me adhiero, no sin antes dejar constancia de que tengo por cada uno de mis amigos (y ustedes lo son) mi más sincero aprecio y mis mayores deseos porque en estos días y en todo el año vivan una vida tranquila, feliz, en paz, en calma, con buena salud, con buena fortuna, rodeados de mucho amor. Sería un mentiroso de siete suelas si resultara diciendo que le deseo el mal a alguno de ustedes. Jamás se me pasaría eso por la cabeza. De ahí que no tenga a mis enemigos políticos en mi lista de destinatarios; para no entrar en falsedades de que les deseo una larga vida y un largo gobierno. No es nada personal, sino que su bienestar personal es incompatible con el de su pueblo; y yo le deseo lo mejor no a ellos sino a su pueblo. ¿Está claro? Una feliz navidad, pues, a mis amigos.

Siguiendo con lo mismo, pero pasando a otra cosa, leí que tal vez no hay tema sobre el que se haya escrito más música como la navidad; tema que tiene cosas curiosas, como decir que en nuestros países tropicales la celebramos con árboles de navidad forrados de algodón para simular la nieve que no conocemos sino en película, y en los pesebres ponemos renos cornudos y figuras de Papá Noel que pertenecen a otras latitudes y hasta a otras longitudes. No se ven renos por estos lados. En lo más extremo del hemisferio norte sí, y sus celebraciones navideñas están relacionadas con la estación del invierno y sus correspondientes nevadas; que suelen coincidir con lo más caluroso del verano en el hemisferio sur… Como decir en Argentina donde no sé decir si esos adornos estén fuera de lugar pero sí puedo asegurar que están fuera de tiempo.

De todos modos, pararé de ser aguafiestas y compartiré con ustedes esta música con mis mejores deseos porque ustedes y sus familias la pasen bien en este resto de año que termina y en todo el año que comienza. Que sean felices es mi deseo.

Y, ahora, a lo que vinimos. La música. Hay mucha música que tiene la navidad como leit motiv, y yo solamente compartiré con ustedes cuatro o cinco temas. Empecemos por un vals que lleva por título… 

Navidad” (Navidad en la casa de mis padres…), 1966, vals con música de Osvaldo Pugliese y letra de Eduardo Moreno, interpretado por Jorge Maciel con la orquesta de Pugliese:


Y un tango instrumental inspirado en la navidad al que nadie le ha puesto letra, que yo sepa:

Navidad”, tango instrumental de Fioravanti di Cicco en 1931, interpretado por la orquesta de Francisco Canaro con di Cicco al piano:


Luego viene este tango con letra de J. N. Muñoz y música de Carmelo Napoli:

Navidad en tango”, J. N. Muñoz y Carmelo Napoli, interpretado por éste con acompañamiento de la orquesta de Jorge Dragone:


Y luego este otro:

Feliz navidad”, tango con música de Juan D´Arienzo y Juan Polito, y letra de Ernesto Rodríguez, interpretado por Jorge Valdés con la orquesta de D´Arienzo y con Polito al piano:


Y, naturalmente, el vals de Néstor Rodi y Domingo Losso:

Vals de nochebuena”: 


Muchos otros títulos navideños podrían agregarse a la lista, como lo hicimos en pasada oportunidad, pero no es mi propósito agotar el tema con un estudio exhaustivo sino colgar estos tangos en el personal árbol navideño que he armado para su disfrute, y espero sea de su agrado. 

Mientras tanto, les anticipo el calendario que estará vigente para los colombianos el año entrante, bisiesto, del cual destaco que el lunes de Semana Santa será festivo; que febrero, abril y septiembre no tendrán días festivos, aparte de los domingos; y que el único día festivo en diciembre será el día 8, porque los demás coincidirán con el festivo dominical. Sólo serán 15 días festivos no dominicales en vez de los 17 que tuvo el 2015 pero, en cambio, prácticamente todos serán lo que llamamos “Puentes de Emiliani” por lo que bueno será que este 31 de diciembre salgan a dar la vuelta a la manzana comiendo uvas y cargados de maletas porque habrá más de una ocasión de viajar.


Una feliz navidad del 2015 y un feliz año nuevo de 2016, y aprovecho para mandarles muchos besos con mi mensajera preferida.


ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)

domingo, 13 de diciembre de 2015

130. Mujeres en cancha de hombres

Hace poco vi la película “La chica del millón de dólares” que Hilary Swank protagoniza con Clint Eastwood y Morgan Freeman, y trata de una chica brusca, ordinaria, procedente de los barrios bajos, con una niñez traumática, de la que se diría que no tiene nada que perder. Se encontró en el camino con el boxeo, y ese rudo deporte de hombres fue su salvación; si se considera salvación esa cuota de sacrificio que se requiere para triunfar en un mundo tan rudo donde los hombres asumen actitudes ordinarias y poco refinadas. Parece ser la constante de ese deporte el ser bruscos y descorteses. Tengo la impresión de que a algunas de las chicas que incursionan en ese campo el estrés y la carga hormonal que manejan las lleva a tener apariencia de hombres, y es posible que muchas hasta terminen por gustarles las mujeres. La película plantea otras variantes, como decir la eutanasia, pero el asunto que hoy me ocupa es el de la rudeza del boxeo y la incursión de mujeres en ese que tradicionalmente se consideró campo de hombres.

Hilary Swank, boxeadora en La Chica del Millón de Dólares

Aunque el fútbol femenino no es nuevo, no llega aún al nivel profesional de talla mundial, sin embargo, me impresionó la belleza del equipo norteamericano en el mundial de fútbol femenino que parecía más una pasarela que un equipo de fútbol… hasta que las vi jugar en un video de televisión y debo confesar que ¡me descrestaron! Juegan muy bien.

Alex Morgan, USA


Llamó también mi atención la brasileña Ana Paula Oliveira, la mujer árbitro que tuvo problemas por aparecer desnuda en una portada de la revista Play Boy, lo que no es admitido por las estrictas normas de la FIFA. Alcanzar a ser nombrada árbitro a ese nivel, y ser aceptada por los equipos cuyo juego tuvo que arbitrar, da un índice de su capacidad profesional y de su estado físico para poder estar en la jugada.

Ana Paula Oliveira, Brasil


Me sorprendió también que cuando se dio la transición de Pep Guardiola como reemplazo de Jupp Heynckes, el técnico que se jubiló en el Bayern de Munich, resolviera confirmar en el puesto a Kathleen Kruger, la bella asistente técnica que ha demostrado conocimientos, autoridad, y liderazgo, en la preparación del equipo:

Kathleen Kruger, Alemania


Había una mujer importante para el equipo de fútbol Chelsea de Inglaterra, y era la médica gibraltareña de padre español Eva Carneiro. Renunció por discrepancias con el técnico portugués José Mourinho, pero en su defensa hay que aducir que la prepotencia de Mourinho no se la aguanta ni él mismo, y que él es igual de prepotente con hombres y con mujeres. En eso no discrimina.

Dra. Eva Carneiro M.D.

Ahora me entero de Corinne Diacre, la primera mujer que dirige un equipo de fútbol de nivel profesional, así sea en la liga B del campeonato francés:

Corinne Diacre, Francia


En resumidas cuentas, no hay campo en el que las mujeres no puedan incursionar, incluido el mundo del fútbol en el que la belleza se admira pero la ineptitud o la mediocridad no se toleran. Si ellas están allí, es porque han sabido ganarse el puesto y, con seguridad, lo han hecho venciendo los prejuicios de la jauría machista que las rodea. Me alegro por ellas y, por qué no, por nosotros sus admiradores.

Claro que hay mujeres que no saben ser competentes y manejar al mismo tiempo su feminidad, y resuelven sacrificar una cosa por la otra, con lo que se convierten en más hombres que un hombre, utilizando la connotación machista del término hombre, esa que supone que ser hombre significa ser grosero, ordinario, vulgar, sucio, brusco, y displicente. Hay mujeres que sueñan con ser así, y se esfuerzan todo lo posible por ser peor que un hombre; y pongo como ejemplo de esas a la joven norteamericana Elizabeth Lambert del equipo de fútbol soccer de la Universidad de New Mexico en California (USA). Indudablemente es una chica muy bella, y cualquier hombre se sueña compartiendo con ella en una cafetería “pa´las que sea”.

Elizabeth Lambert, USA

Pues, resulta que Elizabeth ha sido expulsada del equipo por término indefinido debido a su juego sucio y comportamiento antideportivo. Viendo el video, se arrepiente hasta el más verraco de salir con una chica así. ¡Qué pereza una mujer tan femichista!


Elizabeth Lambert, USA, ejemplo de Shit Play

Elizabeth es el parche, pero por su parte la brasileña Raquel Benetti es ¡Una estrella! Qué dominio de la esférica. Y con tacones, que no es lo mismo:

Raquel Benetti


A esta suerte la llamábamos en mi niñez “tecniquear”, y yo no sería capaz de hacerla ni aunque me dedicara a practicar por el resto de la vida. Pero hay gente que sí, como decir esta bisabuela de 90 años, Ase Marie Nordhagen, que es todo un espectáculo.

Ase Marie Nordhagen


ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)


martes, 8 de diciembre de 2015

129. Bananas al vuelo

El plátano es una fruta originaria del suroeste asiático conocida desde 500 años antes de Cristo, y en la actualidad su consumo se ha extendido por todo el mundo, con grandes cultivos en los países tropicales. El nombre científico de las variedades de consumo más extendido proviene de la familia de las Musáceae, el orden de las Scitamineae, género de las Musa, sección de las Eumusa; y el subgrupo de mayor calidad es distinguido por el apellido Cavendish aportado a la clasificación por al parecer un anónimo cultivador o estudioso que no registran las monografías especializadas en este producto cuya variedad frutal de consumo crudo conocemos con el nombre de “banano”, un nombre que proviene de una palabra árabe que significa “dedo”.


Los países de mayor producción son India y Filipinas, en el Asia; y en América los de Colombia, Ecuador, y los países centroamericanos; puesto que las condiciones climáticas imperantes la favorecen. Son países que se han agrupado en la UPEB (Unión de países exportadores de banano) en un intento por dominar el comercio mundial a la manera de los países de la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo), pero es un intento fallido porque se enfrentan al poderoso consorcio de las grandes empresas multinacionales compradoras que ponen las condiciones de mercado y, en la práctica, vienen a ser sólo tres: United Brands (Chiquita) o United Fruit Company, Castle and Cooke (Dole), y Del Monte. Son estas las que determinan los precios, determinan a quien le compran y a quien no, y determinan qué le compran y cuánto le compran. El banano que no cumple con sus parámetros de calidad de exportación es desechado para dar de comer a los marranos, o para traer en camiones que surten las carretillas de venta perifoneada por las calles de Medellín (“A cien, a cien, doce por mil, lleve la docena por mil”) y surtir a los supermercados. No significa esto que su calidad no sea apta para el consumo humano, sino que alguna circunstancia en el tamaño del producto, maltrato en la operación, o fecha prevista de maduración, hace que no pueda ser llevado a Europa o al Japón. De ahí que en los supermercados se encuentren a veces bananos con las contramarcas “Chiquita” o “Unibán” adheridas con stickers. Los otros, los que pasaron las pruebas, van a adornar las mesas de los comensales del mundo, convertidos en golosinas de sobremesa. Es un negocio que mueve millones de dólares, y sustenta de modo importante la economía de varios países.

Pues, bien, según los estudiosos botánicos esta fruta está en vías de desaparecer; pero primero se convertirá en un producto tan apreciado, tan escaso, y tan costoso, como el caviar de primerísima calidad.

Plátano a precio de caviar-La variedad más popular se dirige hacia la extinción” en Yahoo noticias:


Es una mala noticia para la región de Urabá en Antioquia, cuya cercanía con el canal de Panamá la hizo óptima para el desarrollo de su producción por el abaratamiento en los costos de transporte, desaparecido el Ferrocarril del Magdalena y disminuida la producción magdalenense después de la llamada “Masacre de las Bananeras”.

El banano en Centroamérica debe su auge a que un gringo de nombre Minor Keith (o su tío, para ser más precisos) recibió la concesión de construir el Ferrocarril de Costa Rica en el siglo XIX, y esto le costó un dineral que no se recuperaba solamente con el transporte de pasajeros y alguna que otra carga. Encontró en el cultivo del banano y en los grandes volúmenes de exportación la carga necesaria para hacer viable el negocio del transporte ferroviario. El banano en esa región comenzó siendo un negocio marginal.

A Centroamérica llegó un hombre nacido en Missouri, Estados Unidos, con el encargo de construir unos molinos de harina. Se casó con una bella dama mexicana de apellido Rodríguez, y luego recibió el encargo de construir unos molinos para la empresa Harinera Antioqueña de Medellín, donde vino a parar con su esposa y se enamoró de esta ciudad en donde se respiraban aires de prosperidad. Mr. Louis Halley Coulson se convirtió en el Sr. Luis H. Coulson, y aquí hizo dos cosas: montó una empresa que se llamó Molinos Nutibara, con su filial la Fábrica de Galletas Coro, sigla derivada de los apellidos Coulson Rodríguez de sus hijos; y montó una plantación de banano en Urabá, cultivo que había aprendido a manejar a su paso por Centroamérica. En Medellín nacieron sus hijos Jorge Pedro, Luis Ricardo y Joann Coulson Rodríguez.

En los comienzos de su llegada a Medellín el transporte aéreo de pasajeros era incipiente, y la carretera al mar de Urabá era apenas un sueño impulsado por don Gonzalo Mejía Trujillo y dos o tres visionarios, no más. La carretera era una trocha denominada “La vía de la muerte” donde al encontrarse dos camiones uno podía seguir hacia adelante, y el otro debía retroceder hasta rodar por un precipicio. De allí le vino a don Luis Coulson la idea de montar su tercer negocio pensado en el desarrollo de la aviación regional en nuestro país, y alquilando aviones después de la segunda guerra mundial lideró la fundación de la empresa ACES (Aerovías Centrales de Colombia), y lideró la fundación de la empresa SAM (Sociedad aeronáutica de Medellín), y lideró la fundación de la empresa aérea de carga TAMPA (Transportes aéreos mercantiles panamericanos). Su nombre está ligado indisolublemente al desarrollo del transporte aéreo en nuestro país, y su afecto a esta ciudad de donde no quiso salir después de conocerla, y en donde se quedó para esperar la muerte después de aportarle el caudal de su energía empresarial. 


Recientemente se realizó en Medellín un diplomado para el periodismo especializado en aeronáutica, y el afable don Jorge Coulson fue invitado a dar cátedra sobre el tema, y testimonio de las empresas que él gerenció, llevado por la dirección visionaria de su padre. Fue don Louis H. Coulson, a no dudarlo, un antioqueño de corazón.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)


domingo, 6 de diciembre de 2015

128. Carlos Coroliano Amador, un Coro no Coriolano

Un par de artículos atrás en este blog menciono el caso de Susana Gricel Viganó Andersch, hija de don Egidio y de doña María Magdalena “Maruca”, cuyos amores con José María Contursi inspiraron el tango “Gricel”. Doña Maruca admiraba la novela del español Jesús Flores titulada “Grisel y Mirabella” y quiso ponerle a su hija ese nombre, pero el padre de la criatura y el cura se equivocaron en el registro bautismal y quedó cambiado por Gricel, escrito con C.

He visto un curioso video de 45 segundos de duración, filmado por los cineastas Acevedo Hermanos, que trae en la introducción un letrero con el año de 1948 como fecha de producción. Se trata de una campaña de prevención de accidentes viales contratada por el Departamento de Circulación y Tránsito de la ciudad de Bogotá,  en la que se muestran varios accidentes como el de un niño que patina en las calles y no se fija al llegar a una esquina de tránsito vehicular, o el de un anciano que trata de descender del tranvía en movimiento en el momento en que se atraviesa un poste eléctrico que lo lanza sobre la vía. “No descuide las señales de tránsito… Este descuido le dejará inválido de por vida… Patinar en la calle trae funestas consecuencias… Salve a su hijo de la muerte, impidiéndole patinar en la vía pública… No se baje del tranvía en movimiento… Segundos de espera le habrían evitado este accidente…”, decía el mensaje. Una voz en off, fuera de cámaras, parecida a la del locutor de la UFA que presentaba el tráiler o corto cinematográfico del noticiero “El mundo al instante” en español (locutor cuyo nombre no pude averiguar ni siquiera con la acuciosa colaboración de don Ricardo Bada en las oficinas de archivo de esa institución en Alemania), hace de vocero en esta filmación. La campaña hacía parte de los preámbulos en las salas de cine antes de la proyección de las películas. 

Tranvía de Bogotá 

y

Video de la campaña de tránsito filmada en 1941 por los hermanos Acevedo:


Pues… resulta que no. Que ese corto no fue filmado en 1948 por Acevedo Hermanos sino en 1941; y que, contrario a lo que muchos piensan a estas alturas de la vida, no estaba destinado a la televisión sino al cine en el que desde 1924 había incursionado con cortometrajes don Arturo Acevedo Vallarino con sus hijos los Hermanos Acevedo: Alfonso, Álvaro, Armando, y Gonzalo Acevedo Bernal.

Decían algunos abuelos que “a la gente hay que creerle”, y otros decían que “uno no puede creer sino en lo que ve”, pero yo saqué la conclusión de que “uno no puede creer ni siquiera en lo que ve”. Tal cosa se me ocurre porque en ocasiones uno cree ver una cosa, y resulta ser otra. ¿Recuerdan la fotografía del líder de la Unión Soviética Leonid Brézhnev besando en la boca al líder de Alemania Oriental Erich Honecker, que dio origen a una campaña publicitaria de la casa de modas United Colors of Bennetton? A eso me refiero. No es lo que los malpensados creen.

Leonid Illich Brézhnev 
y Erich Honecker

Entre los personajes típicos de Medellín a mediados del siglo XX estaba José Antonio Ramírez, apodado Majija, que solía verse en los salones del elegante Club Unión invitado por alguno de los socios que gozaban sus excentricidades y lo tomaban como bufón. Dicen que provenía de una buena familia, pero que resultó con deficiencias mentales en una época en la que los hijos con discapacidad o diferencia eran escondidos en algún cuarto de la casa “para que no los vieran las visitas”. Majija no se escondía sino que, por el contrario, era bastante visible en su recorrido por las calles del centro de Medellín. Solían invitarlo los ricos de la ciudad a sus elegantes bodas en la iglesia de Buenos Aires, y para el efecto le alquilaban frac, sacoleva, o traje de etiqueta con sombrero de embajador, traje que él usaba descalzo porque una deformidad en los pies hacía que le maltrataran los zapatos. Por ser arribista social, el apodo de “Majija” lo sacaba de casillas según quien se lo dijera, y oí decir que la palabra “majija” venía a ser una deformación fonética de la forma como él pronunciaba el insulto de “¡marica!”, a quien el Dr. Jaime Jaramillo Panesso describe así:

José Antonio Ramírez, Majija

Majija, quizás el más gozoso y gozado de nuestros personajes típicos. Vestía de paisano en el día y en muchas noches de frac para ingresar al Club Unión, invitado por algún socio fiestero. Siempre anduvo descalzo debido a una deformación de nacimiento. Su nombre José Antonio Ramírez. No hablaba normalmente, ya que lo afectaba el labio leporino. Cuando un médico le ofreció operarlo, contestó: ”¿Jí? Y, entonjes, ¿je qué vivo yo?”. Murió en Medellín el 19 de mayo de 1973”. 

Escribió don Lisandro Ochoa Ochoa (nacido en noviembre 4 de 1867 y fallecido en noviembre 1º de 1948) la interesante obra titulada “Cosas Viejas de la Villa de la Candelaria”, que no alcanzó a ver impresa porque falleció tres días antes de cumplir los 81 años y un par de meses antes de que el libro saliera de imprenta, en la que encontré algunas inconsistencias menores que son atribuibles a fallas de la memoria, a fallas de imprenta, y a limitaciones técnicas de escritura en una época en la que no existía el Internet, ni los computadores, ni las comunicaciones satelitales, ni tantos adelantos y ayudas como tenemos en la actualidad. Esta segunda edición del libro de don Lisandro fue patrocinada en 1984 por el Departamento de Antioquia para la colección de Autores Antioqueños, y contó con don Miguel Escobar Calle como editor, y prólogo del historiador Roberto Luis Jaramillo Velásquez.

Hallé en la página 376 que, entre otros reseñados, dice sobre Majija:

“...De los que dejo mencionados, es el único que está vivo. Es el bobo de la época moderna, amigo del cine, de los deportes, y hasta de la televisión” (el subrayado es mío).

José Antonio Ramírez, Majija

Hay inconsistencia por el hecho de que la televisión no existía en Colombia antes de que el General Gustavo Rojas Pinilla la trajera en el año de 1954, y no existían las comunicaciones satelitales inalámbricas ni los aparatos de Betamax o VHS. Es posible que no hubiera siquiera aparatos de televisión en el país porque ¿Para qué traerlos? Siendo así, ¿Cómo pudo Majija ver televisión en vida de don Lisandro Ochoa, fallecido en 1948? Claro está que Majija sí la conoció después de la muerte del cronista Ochoa, por lo que presumo que tal frase fue una adición de último momento aportada por el revisor de texto de la segunda edición, que le metió mano a la obra original. Tales cosas a veces suceden.

En ocasiones un testigo presencial, de los que uno describe como de edad avanzada pero lúcido, dice recordar una fecha, cuando es otra; lo que ha dado lugar a algunas de las más de 200 precisiones que tengo para hacer en el libro sobre el barrio Buenos Aires, cuando se presente la oportunidad de una segunda edición. 

Me pasó con el profesor don Alfonso Builes Ortega cuando yo escribía ese libro. Me dijo él que el Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Medellín había sido en el año de 1936; y después descubrí que dicho congreso se efectuó del 14 al 18 de agosto de 1935, un año antes de lo que registran sus recuerdos. Esas diferencias de un año de más o de menos en la memoria suelen ocurrir.

En el mencionado libro de don Lisandro Ochoa cuenta en las páginas 355-356 de la segunda edición que el padre Valeriano Marulanda, después de varios años tratando de conseguir para el templo de San Juan de Dios situado en la calle Colombia al cruce con la carrera Cúcuta el privilegio de la velación diaria del Santísimo Sacramento, única iglesia que lo tendría en toda Antioquia para ese momento, lo obtuvo “Como fruto del gran Congreso Eucarístico celebrado en esta ciudad en el mes de agosto de 1936”. La fecha que da don Lisandro tiene el mismo error de la jugada que le hizo la memoria a don Alfonso Builes; corroborando la idea de que uno no puede creer a pie juntillas ni siquiera en las declaraciones de los testigos, y de que todos nos podemos equivocar en algo porque, a la hora de la verdad, como pudo haber pensado Galileo Galilei, no hay nadie infalible. Claro que el error en la fecha de los dos testigos se explica por el hecho de que tal congreso se inició en 1935 con la misa en el templete levantado para la ocasión en el terreno donde hoy se levanta la iglesia de El Sagrario en el barrio Sevilla, frente a la Clínica León XIII del antiguo Instituto Colombiano de los Seguros Sociales, pero sus deliberaciones terminaron en el año de 1936. Al no haber una sola fecha determinada, sino un período comprendido entre dos años del calendario, tal lapsus de memoria es comprensible y da valor a la recomendación que me hizo el Dr. Luciano Londoño López cuando yo escribía el borrador de “Buenos Aires, portón de Medellín”. Él, que en materia de Historia era seguidor de la Escuela de Annales preconizada por Lucien Febvre y Marc Bloch, de la Nueva Historia que lideraran Jacques Le Goff y Pierre Nora, y de la Teoría de los Indicios del italiano Carlo Ginzburg; me aconsejaba no tragar entero, puesto que “toda afirmación debe ser confrontada con los hechos, y no olvides que no siempre lo afirmado por la mayoría de los testigos resulta ser verdad”. Tal cosa la había aprendido en su actividad intelectual y en el ejercicio de su carrera de abogado. De ahí mi recurrente afirmación de que “Uno no puede creer ni siquiera en lo que ve”, o lo que dicen ciertas mujeres infieles cuando son sorprendidas por el marido en dudosa compañía: “No es lo que tú piensas, querido”.

El hombre más rico que había en Medellín, según me contaba mi abuelo, era un señor don Coloriano que fue el que mandó a hacer este edificio”, me dijo un vendedor de frutas en la antigua plaza de mercado de Cisneros en Guayaquil, la que se incendió, en donde ahora queda el Parque de las Luces de La Alpujarra; asociando el nombre del legendario ricachón con el colorido de sus productos.

A don Carlos Coriolano Amador Fernández le decían “Don Coro”. Recibió él ese nombre como homenaje al reconocido general romano Cayo Marcio Coriolano, del siglo V antes de Cristo. La deducción es obvia: Si Coriolano era el nombre del general, Coriolano tendría que llamarse el hijo de don José Sebastián Amador López. Sólo que, me lo ha dicho la historiadora Sor Natalia Álvarez Micolta, hubo un error en los registros bautismales y, según documentos notariales de mediados del siglo XIX, que ella tuvo a la vista, no aparece su nombre como Carlos Coriolano Amador sino como… Carlos ¡Coroliano! Así es que, contrario a lo que creía el vendedor de frutas, y a lo que hemos venido creyendo nosotros desde hace rato, por más Coriolano que fuera el general de los romanos, el rico magnate de los negocios paisas no se llamaba Coriolano sino Coroliano. Tomen nota, es COROLIANO.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)


domingo, 29 de noviembre de 2015

127. Traviatas, infieles, y extravíos

A los alrededores de Titiribí (Antioquia) llegó un personaje, el conde Adolfo de Bourmont, que fue socio de las minas de El Zancudo hasta que un pleito con don Carlos Coroliano Amador lo llevó a la ruina. Decía el conde haber sido el Armando Duval de la novela “La dama de las camelias” de Alejandro Dumas, hijo; pero en el hipotético caso de haber sido uno más entre los muchos caballeros que en el sentido bíblico conocieron a Madame Rose Alphonsine María du Plessis, Contesse de Perrégaux, la verdadera cortesana escondida tras el seudónimo de Margarita Gautier, no fue el inspirador del personaje, como podemos deducir por estos datos: Alejandro Dumas escribió su novela basado en un personaje autobiográfico, la dicha dama con la que el escritor tuvo amores. De hecho, la Margarita Gautier de la novela tenía un amante, nombrado “Armando Duval” por el autor, cuyas iniciales eran las suyas: “Alejandro Dumas”. 

La novela trata de una casquivana que, al estilo de estas damas, no rechazó con un “no” de plano la propuesta matrimonial de uno de los admiradores sino que le entregó una camelia con la promesa de que cuando la flor se marchitara regresara donde ella “a ver si entonces se resolvía a dar el sí”. No fue el equivalente del bolero de Osvaldo Farrés: “Siempre que te pregunto que cuándo, cómo, y dónde; tú siempre me respondes: quizás, quizás, quizás. Y así pasan los días, y yo desesperado, y tú, tú, contestando: quizás, quizás, quizás” porque las camelias son flores efímeras que se marchitan de un día para otro. El tema fue tomado por Francisco María Piave para escribir el libreto de la ópera “La Traviata” (La descarriada o perdida) del compositor Giuseppe Verdi, en la que Margarita Gautier se convierte en Violeta Valery y Armando Duval en Alfredo Germont, ópera que fue un fracaso burlesco en su inauguración porque una rolliza soprano, ya madura, no puede hacer el papel de una estilizada jovencita que está tísica y ad portas de morir. La inauguración fue un fracaso, pero luego se convirtió en una de las óperas más amadas por los públicos del mundo. A estas alturas de la vida no nos es dado ver a la soprano Fanny Salvini-Donatelli caracterizada como la Violeta Valery del debut operístico, pero sí podemos apreciar la imagen proyectada por la soprano Montserrat Caballé en la representación de ese papel durante el año de 1973.

Montserrat Caballé, soprano

https://www.youtube.com/watch?v=_dAnMo649_k

En esta versión del “Coro de los Bohemios” se aplica la encantadora receta de Walt Disney de describir con dibujos animados esa música, y la simbólica camelia es llevada y traída por el video. Simpática puesta en escena.


A mí me gustaba escribir Margarita Gauthier porque me parecía más elegante; pero averiguando “… Sur le sort de Mademoiselle Marguerite” descubrí que los franceses simplemente escriben Gautier. Igual me pasó con la ópera que yo sofisticadamente escribía “La Traviatta”, hasta que descubrí que los italianos escriben simplemente “La Traviata”. No seré yo el que los contradiga después de estos descubrimientos. 

Esa historia dio pie a la mención que hace el tango “Griseta”, con letra de José González Castillo (padre de Cátulo) y música de Enrique Pedro Delfino: “Quién diría /que tu poema de Griseta /sólo una estrofa tendría, /la silenciosa agonía /de Margarita Gautier”. Y dio pie al tango con el nombre de la protagonista que dice: “Hoy te evoco, emocionado, /mi divina Margarita. /Hoy te añoro en mis recuerdos, /oh, mi dulce inspiración. /Soy tu Armando el que te clama /mi sedosa muñequita; /el que llora, el que reza, /embargado de emoción”.

Margarita Gautier”, tango de Isaac “Julio Jorge Nelson” Rossofsky (L.) y Joaquín Mauricio Mora (M.), estrenado por Alberto Gómez:


Y hasta a una película de 1947 titulada ”La dama de las camelias”, que dirigió el tanguero y cineasta José Bohr (autor e intérprete del tango “Farolito” y otros):


El tema de la infidelidad debe ser tan antiguo como el de la tentación de la serpiente en el paraíso. Tengo mis sospechas de que la envidia de Caín contra Abel, y el asunto de la quijada del asno, tenían más que ver con alguna falda u hoja de parra que con cosechas de trigo. Tanto es así que cuando el asunto llegó a Moisés en las tablas de la ley ya ameritaba capítulo aparte: “No desear la mujer de tu prójimo”. La cosa se agrava cuando se interponen hermanos. Ahí el dulce se pone a mordiscos.

El personaje de La Traviata, y el de La Dama de las Camelias, no tiene inconveniente en proponerle matrimonio a una mujer que tenía su mala reputación pero de la que él se enamoró, así para su familia tal decisión sea un desastre.

Recuerdo a un amigo que miraba a su coqueta mujer diciendo: “Ay, Señor, dame paciencia”; y luego alzaba los ojos al cielo: “Dios mío, llevátela para no mandátela”.

Amor desolado” (con letra de José Sánchez Dicenta y música de Alberto Cortés) cuenta la historia del músico argentino Waldo de los Ríos que, desconsolado por la separación de la actriz uruguaya Isabel Pisano, confesó que “…a la luz difusa de la madrugada, me quité la vida para no matarla”.


El amor suele ser posesivo y obsesivo, y llega a convertirse en tormento cuando las dudas se meten en la cabeza del enamorado, como en el bambuco “Cuatro preguntas”, con letra de Eduardo López y música de Pedro Morales Pino: “Niegas con él lo que hiciste, /y mis sospechas te asombran; /pero… si no le quisiste, /¿por qué te pones tan triste /cuando en tu casa le nombran?”.


Situación que puede desembocar en un tango machista de reacciones latinas como el de Jorge Curi (L) y Pedro Maffia (M): “…Pero una Noche de Reyes, /cuando al hogar regresaba, /comprendí que me engañaba /con el amigo más fiel. /Y ofendido en mi amor propio, /lleno de rabia y coraje, /quise vengar el ultraje /y, sin compasión, ¡los maté!”.


Matar a la infiel no es raro, suele pasar y tal es el caso de la milonga campera “Amablemente”, con letra de Augusto A. “Iván Díez” Martini y música de Edmundo Rivero:


El lunfardo está cargado de expresiones que tienen origen italiano o que vienen de blaralresve (hablar al revés). En este caso la letra habla de un hombre que regresó a la pieza que tenía alquilada en el hotelucho para vivir con su amante mina, tal vez una mujer sacada de algún bar a vivir juiciosa, y se la encuentra en brazos de un don Juan tiburón o gallinazo. El marido lo tomó con calma, le dijo al otro hombre que se fuera tranquilo porque el macho no es culpable en estos casos, le pidió a Catalina, la mujer, que le preparara un agua aromática doble y se puso las alpargatas. La infiel mujer, asustada, hizo lo que él le pedía mientras el hombre se liaba un cigarrillo a mano o fatto y hablaba de cosas sin trascendencia para dar la impresión de que todo estaba tranquilo. Entonces se acercó a ella y le dio un beso en la frente (nada de qué preocuparse); mientras, con toda educación y amablemente… ¡le fajó treinta y cuatro puñaladas!

Una noche prendí el televisor y contaban la historia de una joven antioqueña que conoció a un gringo por Internet y viajó a Estados Unidos en busca del sueño americano. Se casaron, y ella descubrió que él era un celoso compulsivo que se inventaba traiciones donde no las había, por lo que acudió a la Corte y metió papeles de divorcio; lo que desató la ira de él, que en la alcoba disparó varias veces sobre ella, antes de poner el cañón del revólver bajo la barbilla y fragmentarse los sesos. Es una reacción machista a la mexicana, como la que canta Antonio Aguilar en “Quince años tenía Martina /cuando su amor le entregó, /y a los dieciséis cumplidos /una traición le jugó… /Hincadita de rodillas /no más seis tiros le dio /y el amigo del caballo /ni por la silla volvió”. 


Muy resignado me parece José Luis Perales que, al ver que todo estaba acabado, resuelve preguntar a su amada: “¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? Es un ladrón que me lo ha robado todo”.


Ante la infidelidad, hay reacciones cargadas de fina ironía a la francesa del mènage a trois de Armando Manzanero que dice: “Llévatela… por eso, vamos amigo, /te suplico te la lleves /¡por el bien de los tres!”. 


O la flemática inglesa, con letra y música de Rodolfo Sciammarella: “Llevátelo todo: /mis pilchas, mi vento; /pero a ella… dejála /porque es mi mujer” en el que se introduce un elemento que es el de la infidelidad con el hermano.


Al respecto dice Miguel Gallardo, muy a la italiana, que no mata pero sí se duele de que “Ahora Otro ocupa mi lugar,/ otro calmará tu sed. /Es difícil olvidar, /comprender que ayer te tuve entre mis brazos /y ahora eres de mi hermano”.


En el tango con letra de Enrique Dizeo y música de Carlos Vicente Geroni la dama propone, a la española, con un resignado: “Andáte, si querés, /que ya hemos terminado… /desde hoy en adelante /no hay nada entre los dos… /Andáte con la otra, /dejáme con mi pena”.


No importa si la reacción es trágica o civilizada, la infidelidad deja una marca de dolor difícil de borrar. Difícil sí es olvidar, pero no hay nada mejor que el meimportaunbledismo que propone Rodrigo Silva en la danza “Amor marino”, al que ya nada le importa y “…mientras sepa que este amor ya no me quiere; /me da lo mismo que se vaya, que se quede, o… ¡que se muera!”.


ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)
-----------------------------------------------------------------

CANCIONERO


AMABLEMENTE

Milonga campera con letra de Augusto A. “Iván Díez” Martini y música de Edmundo Rivero:

https://www.youtube.com/watch?v=QJG_LkQJSYs

“La encontró en el bulín, y en otros brazos;
sin embargo, canchero y sin cabrearse,
le dijo al tiburón: "Puede rajarse.
El choma no es culpable en estos casos".
Al quedarse bien solo con la mina
buscó las alpargatas y, ya listo,
murmuró cual si nada hubiera visto:
"Cebame un par de mates, Catalina".
La grela, jaboneada, le hizo caso.
El tipo, saboreándose un buen faso,
la mateo, chamuyando de pavadas;
y luego, besuqueándole la frente,
con toda educación, amablemente,
¡le fajó treinta y cuatro puñaladas!
------------------------------------------------------
 “LLÉVATELA”
(Armando Manzanero)

https://www.youtube.com/watch?v=DHOf3fNYaF4

Llévatela,
que al fin y al cabo piensa mucho en ti
y por la forma en que te mira comprendí
que olvidó todas las cosas que le di.

Oye, llévatela,
pero tienes que quererla como yo.
Es un poco caprichosa,
por momentos es celosa,
y otras veces cariñosa.

Hace tiempo que me está fingiendo
y no me está diciendo ninguna verdad.
Su amor se ha ido muriendo
y seguir insistiendo sería mi maldad.

Llévatela,
y si es cierto que le tienes mucho amor,
eso hará que no le encuentres ni un error
y vivas agradecido a su calor.

Olvidaba decirte
que, si al querer decir tu nombre
pronuncia el de otro hombre,
igual le pasó conmigo.

Por eso, ¡Vamos, amigo!,
te suplico te la lleves…
por el bien de los tres.

Su amor se ha ido muriendo,
y seguir insistiendo
sería mi maldad.

Pero llévatela,
y si es cierto que le tienes mucho amor,
eso hará que no le encuentres ni un error
y vivirás agradecido a su calor.

¡Ah! Y olvidaba decirte
Que, si al querer decir tu nombre
pronuncia el de otro hombre,
igual le pasó conmigo.

Por eso, ¡Vamos, amigo!,
te suplico te la lleves…
por el bien de los tres.

-----------------------------------------------------------

OTRO OCUPA MI LUGAR
Miguel Gallardo

https://www.youtube.com/watch?v=xZWuaZq6mC4

Fui
tu gran amor,
tu eco, tu voz,
tu amanecer,
el compañero de tu ayer.

Te di
mi alma, mi hogar,
mi juventud,
mi soledad.

Amé tu cuerpo,
tu sonrisa,
tus defectos,
tus caricias,
y ahora…

Otro ocupa mi lugar,
otro duerme junto a ti.
Él se lleva lo que amé
sin pensar que mi camino
se acababa,
que sin ti
no valgo nada.
Y ahora…

Otro ocupa mi lugar,
otro calmará tu sed.
Es difícil olvidar,
comprender que ayer te tuve
entre mis brazos
y ahora eres
de mi hermano.

Y quiero huir,
quiero llorar,
quedarme aquí,
echarme a andar,
romperlo todo y empezar.
Adiós, te digo adiós,
y sin volver la vista atrás
me iré despacio en la mañana
con la vida destrozada
mientras…

Otro ocupa mi lugar,
otro duerme junto a ti.
Él se lleva lo que amé
sin pensar que mi camino
se acababa,
que sin ti
no valgo nada.
Y ahora…

Otro ocupa mi lugar,
otro calmará tu sed.
Es difícil olvidar,
comprender que ayer te tuve
entre mis brazos
y ahora eres
de mi hermano.
Él se lleva lo que amé
sin pensar que mi camino
se acababa,
que sin ti
no valgo nada.

-----------------------------------------------------------

LLEVÁTELO TODO

Tango con letra y música de Rodolfo Sciammarella interpretado por Oscar Larroca con la orquesta de Alfredo de Ángelis:

http://www.youtube.com/watch?v=DqahFSCpbFg

Vení, hermano, debo hablarte
que en mi pecho hay mucha bronca
y una pena de hace rato
que no puedo desahogar.
Vení, hermano, no te asombres;
yo te vi la noche aquella
que chamuyabas con ella
muy bajito, no sé qué.
Porque… yo la quiero mucho
–¡Vos sabés cuánto la quiero!–
y no sé cómo resisto
a la horrible tentación
de ahogarla entre mis brazos
y partirte a vos el pecho…
Pero, ¡No!, vos sos derecho.
Tan derecho como yo.

Cumplí con tu deber,
que es muy triste
pelear entre hermanos
un mismo querer.
Llevátelo todo:
mis pilchas, mi vento;
pero a ella… dejála
porque es mi mujer.

Sí, te deschavan tus ojos,
tu voz que está emocionada.
Sí, comprendo claramente
que vos mucho la querés.
Mas, te ruego que seas hombre,
que luchés con entereza,
y respetés con nobleza
la amistad que te brindé.

Yo sé que siempre te he confiado
todo cuanto había en mi vida,
los secretos más sagrados
que un hombre puede confiar.
Tú también me has confesado
todo tu triste pasado.
Si nunca te he traicionado,
no me debés traicionar.

domingo, 22 de noviembre de 2015

126. Gricel, un revolcón en la tanguera vida de José María Contursi, El Catunga

Discografía de Pascual Contursi, Discografía de José María Contursi, 
Minibiografía del Catunga Contursi, Amores de Gricel y Contursi 
- aproximaciones no exhaustivas-
(Este tema corresponde a una charla del autor en La Cabaña del Recuerdo de Envigado, para los miembros de la Asociación de Coleccionistas de Música Daniel Uribe Uribe; y en la Corporación Cultural Homero Manzi de Medellín, para los miembros de la Asociación Gardeliana de Colombia. El registro fílmico ha sido realizado por el Sr. Víctor Bustamante Cañas para su blog Festitango Medellín y puede verse en el siguiente enlace)

http://festitangomedellin.blogspot.com.co/2015/11/gricel-la-mujer-que-revoluciono-la-vida.html

1. PATERNIDAD DEL TANGO-CANCIÓN

La pequeña aldea de Contursi di Terme, de la provincia de Salerno en Italia, tiene una población de sólo 3.500 personas. De los 60 millones de habitantes, con 36.000 apellidos, los Contursi son sólo 700; que sumados a los 400 que hay en Argentina, los 300 en Brasil, y los 200 en Estados Unidos, suman 1600; de los 1670 que hay en el mundo. No son más. 

Pascual Contursi (1888-1932) fue hijo único, que tuvo un único hijo de nombre José María (1911-1972), quien a su vez tuvo a Lucio, su único hijo varón entre cuatro mujeres, muerto de cáncer cuando era muy niño. Estos Contursi son sólo dos, Pascual y José María, nacidos ambos en Argentina y fallecidos en ese país. Sólo dos, pero dejaron una imborrable huella en los caminos del tango. Aunque hay un par de músicas compuestas por Pascual, lo suyo y lo de su hijo fue el talento de ser letristas tangueros. Poeta lunfardo el padre, con temas que hablan del solitario cuarto cargado de recuerdos por el abandono de la mujer; y poeta convencional el hijo, con temas que hablan del encuentro y el desencuentro amoroso como una constante de la vida.

Pascual contrajo matrimonio con Hilda Briome (fallecida en 1946 en situación de insania mental), pero su matrimonio sólo duró dos años y sobrevino un conflictivo divorcio con orden judicial de dividir en períodos de seis meses el tiempo en que cada uno estaba con el hijo. Dice Jorge Camerasa, en su libro “Nuevas historias secretas de Córdoba”, que durante el medio año que le correspondía al padre su hijo José María, que llevaba con él una relación difícil, se paraba frente a la casa de Hilda para ver a su madre en la distancia, teniendo prohibido acercarse a ella. Tal situación marcó al hijo para toda la vida y su negación se refleja en las letras tangueras que escribió en donde para nada se menciona ni a su padre ni a su madre. Sólo tenía 17 años de edad cuando tuvo que acercarse al puerto a recibir a su padre que estaba siendo repatriado desde Europa por Carlos Gardel y su grupo artístico, porque Pascual perdió la razón durante la correría como consecuencia de una sífilis que sufría. El hijo lo recibió, y lo internó en el Hospital Siquiátrico de La Merced, donde con la mente perdida murió en 1932; el mismo año en que José María, de 21 años, contrajo matrimonio con Alina Zárate. Tuvieron cinco hijos: el varón, ya mencionado, que falleció pequeño; y cuatro hijas de nombre Ethel, Alicia, Amelia, y Hebe. Para la primera década del siglo XXI sobrevivían Hebe, que falleció en el 2002; Alicia, y Amelia Contursi.

En sus comienzos el tango era sólo instrumental, para ser bailado, y en los primeros años del siglo XX tuvo algunas letras con temas simples. Se considera a Carlos Gardel el padre del tango-canción por haber grabado en 1917 un tango titulado por él como “Mi noche triste”, cambiando el título que el autor original de la letra le había puesto: “Percanta que me amuraste”. Ese autor fue Pascual Contursi, que puso letra al tango “Lita” con música compuesta por Samuel Castriota en homenaje, quizás, a alguna Manuelita, Pascualita, Danielita, Estelita, Carmelita, o algún nombre por el estilo. Dice Horacio Salas en su libro “El tango” que “Pascual Contursi puede ocupar, con justicia, el título de inventor del tango-canción… La letra del tango, que hasta entonces era sólo coplitas o unos cuantos versos vivarachos, adquirió argumento, incurrió en exageraciones, se empantanó en temas de abandono, hizo restallar hallazgos cursis; pero, una vez decantó el cúmulo de fealdades y errores, pudo dejar en el cedazo logros poéticos inusuales”. Contursi pudo ofrecer su tango a Agustín Magaldi o a Ignacio Corsini, sus contemporáneos, pero lo ofreció a Gardel y fue Gardel quien lo grabó. A despecho del reconocido nombre del Zorzal Criollo como el cantor que puso en vitrina la cara y la voz para darlo a conocer, es Pascual Contursi el verdadero padre del tango-canción que, a partir de él, adquirió entidad propia como novela escrita para ser contada en tres minutos a 78 rpm., novela con principio de argumento completo de personajes protagonistas, con nudo o meollo argumental de desamor, con otro enamorado completando el triángulo amoroso sentimental… y con desenlace de soledad y de abandono, muchas veces ensartado en la punta de un puñal. Todo un novelón. Ejemplo de tal tipo de novela puede ser el tango “Secreto”: 

SECRETO

(Letra y música de Enrique Santos Discépolo)
Versión de Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras:

https://www.youtube.com/watch?v=E6ovAzADQg4

¿Quién sos que no puedo salvarme, 
muñeca maldita, castigo de Dios; 
ventarrón que desgarra, en su furia, un ayer; 
de ternuras, de hogar, y de fe? 

Por vos se ha cambiado mi vida 
–sagrada y sencilla como una oración– 
en un bárbaro horror de problemas 
que atora mis venas y enturbia mi honor. 

No puedo ser más vil, ni puedo ser mejor; 
vencido por tu hechizo que trastorna mi deber. 
Por vos, a mi mujer la vida he destrozado, 
y es pan de mis dos hijos todo el lujo que te he dado. 

No puedo reaccionar, ni puedo comprender, 
perdido en la tormenta de tu voz que me embrujó, 
la seda de tu piel que me estremece 
y, al latir, florece con mi perdición.

Resuelto a borrar con un tiro 
tu sombra maldita, que ya es obsesión; 
he buscado en mi noche un rincón pa´ morir, 
pero el alma se afloja en traición. 

No sé si merezco este oprobio feroz; 
pero, en cambio, he llegado a saber 
que es mentira, que yo no me mato 
pensando en mis hijos. 
No lo hago por vos.

No puedo ser más vil, ni puedo ser mejor; 
vencido por tu hechizo que transtorna mi deber. 
Por vos, a mi mujer la vida he destrozado, 
y es pan de mis dos hijos todo el lujo que te he dado. 

No puedo reaccionar, ni puedo comprender, 
perdido en la tormenta de tu voz que me embrujó, 
la seda de tu piel que me estremece 
y, al latir, florece con mi perdición.

2. PASCUAL CONTURSI, PADRE DEL TANGO-CANCIÓN

Mi noche triste”, tango con letra de Pascual Contursi y música de Samuel Castriota, interpretado por Carlos Gardel:

https://www.youtube.com/watch?v=NSrTH41__w8

El tango canción nació a partir del momento en que, en el año de 1917, el letrista Pascual Contursi contó el argumento del hombre que fue amurado en lo mejor de su vida por la percanta que se fue tras otro hombre. “Percanta que me amuraste /en lo mejor de mi vida, /dejándome el alma herida /y espina en el corazón…/Cuando llego a mi cotarro/ y lo veo desarreglado…/Y si vieras la catrera /cómo se pone cabrera /porque no nos ve a los dos… /La guitarra en el ropero /todavía está colgada. /Nadie en ella canta nada, /ni hace sus cuerdas vibrar… /Y la lámpara del cuarto /también tu ausencia ha sentido /porque su luz no ha querido /mi noche triste alumbrar”. 

Otra letra del mismo Pascual Contursi, también cantada por Carlos Gardel, fue acomodada a la música instrumental del tango “La Cumparsita” de Gerardo Matos Rodríguez, y el argumento novelístico resulta ser el mismo: El hombre se siente solo en el cuarto porque la mujer amada lo abandonó por ir tras otro hombre. Los amigos ya no vienen al cuarto ni siquiera a visitarlo, nadie quiere consolarlo en su aflicción. Desde el día en que ella se fue, él siente angustias en el pecho, “Si supieras, /que aún dentro del alma /conservo aquel cariño /que tuve para ti… /al cotarro abandonado /ya ni el sol de la mañana /asoma por la ventana, /como cuando estabas vos; /y aquel perrito compañero, /que por tu ausencia no comía; /al verme solo, el otro día /también me dejó”.

La Cumparsita”, tango con letra de Pascual Contursi y música de Gerardo Matos Rodríguez, interpretado por Carlos Gardel:

https://www.youtube.com/watch?v=P0LosvoEEy8

Pascual Contursi le puso letra a esos dos tangos, y fue letrista de muchos otros como decir, “Pobre paica” y “Pobre mi madre querida” (cuántos disgustos le he dado), también del repertorio gardeliano. La producción de Pascual suma 47 temas de su autoría en la letra; más el tango “Mi ruego”, que tiene música suya y le fue agregada póstumamente una letra escrita por su hijo José María, para sumar 48. Parecieran ser más, pero hay 4 temas que tienen doble título y sólo deben considerarse como uno solo.

3. EL TAJ MAHAL TANGUERO DE CONTURSI

Durante la historia de la humanidad muchos monumentos habrá erigido el hombre al amor de su vida, de los que el Taj Mahal es tal vez el más imponente. Veintitres años, veinte mil hombres, e ingente cantidad de recursos, empleó el Sha Jahan en levantar ese homenaje a la Begum Mumtaz Mahal, su fallecida esposa.

José María “El Catunga” Contursi no tenía tantos bienes de fortuna como el Sha, pero en levantar un monumento al amor que trastornó la suya empleó la vida misma, “queriendo abrir lentamente sus venas y la sangre toda verterla a los pies de Gricel”. El monumento que El Catunga creó para el amor de su vida, no fue erigido para la esposa fallecida sino para la mujer que se atravesó en su camino, trastornándolo todo de manera irremediable e ineludible porque, como dice una canción, “no se puede torcer al destino como débil varilla de estaño”. Cada letra suya es como un ladrillo puesto en la torre de ese monumento levantado a Gricel. El total de su producción lo componen 109 letras, puesto que tres de ellas tienen título doble y sólo se cuentan una vez. Allí se incluyen el tango “Mi ruego”, que tiene letra suya y música de Pascual, su padre; y el tango “El pasado no se olvida”, que tiene letra y música de José María, y es tal vez la única música de su autoría.

4. JOSÉ MARÍA “EL CATUNGA (O GATITO)” CONTURSI (1911-1972) 

En 1911, a sus 23 años, Pascual Contursi se casó con Hilda Briome, y en el mismo año nació su hijo José María a quien, de pequeño, sus condiscípulos apodaron “El Pope”; y, por los días en que trabajó como locutor en la emisora Radio Stentor de Buenos Aires, con su bien timbrada voz, sus admiradores apodaron “El duque de las noches porteñas”; pero el apodo que siempre lo acompañó a lo largo de toda su vida fue el que le dieron sus amigos de juventud: “El Catunga” Contursi. Catunga, que significa “Gatito”. 

El odontólogo César J. Tamborini Duca en su artículo “Dos generaciones tangueras ¡Qué me contursi!”, dentro de la serie “Con permiso, soy el tango (XI)”, que Tamborini publica en el blog Pampeando y Tangueando.com; se refiere a Pascual Contursi como un hombre aquejado de demencia cuyas letras estaban cargadas de vocabulario lunfardo, a diferencia de José María que prefirió usar un vocabulario convencional y padeció otro tipo de locura: “Distinto fue el caso del hijo, José María “Catunga” (Gatito) Contursi, cuya demencia fue la locura romántica de la pasión amorosa”.

No fue el de Alina y El Catunga un matrimonio feliz. Así estuviera profundamente enamorada de él, su proclividad al alcoholismo y a la vida bohemia, su inveterado vicio de fumar, su heredada personalidad periódicamente depresiva y, sobre todo, su incorregible condición de hombre enamoradizo y mujeriego, convirtieron su vida común en un infierno de escándalos, de sospechas, y de celos. Tal fue su destino, hasta que el cáncer de la muerte se la llevó en el año de 1955. A pesar de las adversas condiciones de Contursi, que se debatía entre la dualidad del amor y el desamor, él la quería. Tanto la quería, que llegado el momento sintió la necesidad de regresar a su lado, y llegado el momento sintió la necesidad de cuidarla con abnegación, y llegado el momento la lloró y se precipitó en la depresión y el alcoholismo que bien hubieran podido acabar con su vida y con su estado de viudez, dejando huérfanas e inermes a sus cuatro hijas. Alina murió en 1955, y en 1946 había muerto Hilda. Dos golpes demoledores para el corazón del Catunga Contursi. A Alina dedicó los tangos “Verdemar” y “Tu piel de jazmín”, pero en el trasfondo de ambos puede reconocerse la presencia de Gricel en el enamorado corazón de Contursi. 

Canta José María a Alina, pero también al color de los ojos de Gricel: 

Verdemar, Verdemar, se llenaron de silencio tus pupilas. Te perdí, Verdemar. Tus manos amarillas, tus labios sin color, y el frío de la noche sobre tu corazón. Faltas tú, ya no estás, se apagaron tus pupilas, Verdemar... Y ahora, ¿Qué rumbo tomaré? Caminos sin aurora me pierden otra vez”.

Verdemar”, tango con letra de José María Contursi y música de Carlos di Sarli, interpretado por Juan Arvizu:


Y canta a Alina, pero también a Gricel  que: 

Me faltas tú con tu piel de jazmín, /con tu voz y tu reír. /En la terrible tortura /de mis noches, tan dramáticas y oscuras, /escucho siempre tu voz… /Y en el silencio se quedó /la queja amarga de tu adiós /como un castigo… /Abandoné lo que era mío, /y sigo sin poder olvidar”. 

Tu piel de jazmín”, tango con letra de José María Contursi y música de Mariano Mores, interpretado por Roberto “El Polaco” Goyeneche:


5. LA OBRA DEL CATUNGA CONTURSI

Aunque José María ya escribía poemas y letras incipientes desde el año de 1925, fue al año siguiente de su matrimonio, en 1933, cuando escribió la primera letra reconocida de su copiosa producción: “Tu nombre”, un vals con música de Raúl Portolés Peralta, que fue grabado por Andrés Falgás y es distinto del vals de Homero Manzi y Félix Lipésker (Tu nombre ya no es una palabra…). Este tango dio inicio a su imparable producción, y la lista de tangos de su autoría es extensa, incluidos los temas de: “Alondras”, “Claveles blancos”, “Cómo me puse a llorar”, “Con mi perro”, “Cosas olvidadas”, “Culpable”, “Desagravio”, “Entre la lluvia”, “Es mejor perdonar”, “Esclavo”, “Esta noche de copas”, “Más allá”, “Milonga de mis amores”, “Para qué”, “Pena de amor”, “”, “Valsecito amigo”, “Vieja amiga”, “A mí no me hablen de tango”, “Las cosas que me han quedado”,Mis amigos de ayer”, y “Tango triste”. 

Con sus letras, Contursi engrandeció la obra de los compositores de tango; pero ellos también, con su música, engrandecieron la de él. La nómina de los que pusieron partitura a sus letras impresiona. Los números entre paréntesis indican la cantidad de temas musicalizados por ellos:

Abraham Moisés Soifer (2)
Alfredo Attadia y Ángel Dagostino (1)
Andrés Falgás (5)
Angel Ciriaco Ortiz Barrionuevo (3)
Aníbal Troilo (7)
Antonio Dalessandro (1)
Antonio Ramón Ficco (1)
Antonio Rodio (4)
Aquiles Aguilar (3)
Armando Baliotti y Miguel Caló (1)
Armando Pontier (4)
Atilio Bruni (1)
Carlos “Charlo” Pérez de la Riestra (1)
Carlos di Sarli (1)
Domingo Varela y Oscar Amoroso (1)
Eduardo Carlos Ávila (1)
Eduardo Scalise y Francisco García Jiménez (1)
Emilio Barbato y Félix Lipesker (1)
Ernesto di Cicco (1)
Federico Scorticati (1)
Fernando José Lupi (1)
Francisco Lomuto (2)
Gabriel Clausi (3)
Héctor Stampone y Miguel Caló (1)
Héctor Stamponi y Enrique Mario Francini (2)
Homero Manzi (1)
Joaquín Mauricio Mora (11)
Jorge Argentino Fernández (2)
Jorge Dragone (1)
José Dames (3)
José Tinelli (3)
Juan Carlos Howard (5)
Juan José “Paz” Abbondanza (1)
Juan Polito (1)
Julián Ortiz (1)
Julio de Caro (3)
Mariano Mores (8)
Mario Canaro (1)
Oscar Kinleiner (1)
Osmar Maderna (1)
Osvaldo Fresedo (1)
Pascual Contursi (1)
Pascual Storti (1)
Pedro Laurenz (4)
Raúl Portolés Peralta (1)
Raymundo Grasso (1)
Sebastián Lombardo (1)
Zayra Canicoba (1)

(Hay un título, El pasado no se olvida, con música del mismo José María Contursi; y cuatro títulos cuyo compositor no está identificado: Dónde está tu voz, Poema de amor, Por ella, Que nunca lo sepas)

6. UN TERREMOTO LLAMADO GRICEL

En el año de 1935, cuando trabajaba en la Radio Stentor, se aparecieron una vez en el auditorio de la emisora sus amigas las hermanas Elena Gorizia Vattuone, conocida como Gory Muñoz, mayor que Contursi; y Nilda Elvira Vattuone, de la misma edad del Catunga, conocida por el nombre artístico de Nelly Omar. Con el tiempo, Gory sería la esposa del poeta Amleto Enrique Vergiati, conocido como Julián Centeya; y Nelly sería la reconocida cantante inspiradora de Homero Manzi. Iban acompañadas por una linda jovencita de 15 años, nueve años menor que él, que venía de la provincia de Córdoba y estaba de visita en Buenos Aires. A pesar de que a los 24 años él ya llevaba tres años de casado y era padre de una hija, Ethel; el amor a primera vista fue mutuo, como si hubieran sido azotados por una borrasca o arrastrados por una tromba. No los culpo. Por la belleza de Gricel, a cada nada le ponían una corona en la cabeza y una banda de reina cruzando el pecho; y José María… bueno, Nelly Omar dijo que él era “uno de los hombres más lindos de Buenos Aires” y el Polaco Goyeneche le dijo a Antonio Carrizo que Contursi era “demasiado lindo para ser hombre”. Decía José María haber sido a esa edad “un tímido paje de una corte de ensueños”, pero no. A pesar de su juventud era un hombre seguro de sí mismo al que las cosas se le daban con facilidad, al que la naturaleza había dotado de muchos encantos, y al que el hecho de ser hijo de su padre le abrió muchas puertas. Su elegante apostura, unida a su labia de encantador de serpientes, lo convertían en un don Juan de los que las mujeres coquetas llaman “un seductor”, las revistas de farándula llaman "un don Juan", los hombres envidiosos le decimos “un tumbalocas”, y los hombres celosos o los maridos ofendidos llaman… “¡un hijueputa!”, porque donde ponen el ojo ponen la bala; o como decía la publicidad de la loción masculina Denim en años pasados “era uno de esos hombres que no necesitan esforzarse demasiado”. 


José María Contursi y Gricel Viganó

Gricel llegó a su vida y fue “Como aquella princesa del librito de cuentos, /apareciste un día deslumbrante de luz. /Yo era un tímido paje de una corte de ensueños /cuyo Dios era el verso y cuyo sueño eras tú”.

Como aquella princesa”, tango con letra de José María Contursi y música de Joaquín Mauricio Mora, interpretado por Hugo del Carril con acompañamiento de la orquesta de Joaquín Mauricio “El negro de oro” Mora:


7. SUSANA GRICEL VIGANÓ ANDERSCH (1920-1994)

Dicen que los nombres propios no tienen ortografía, pero la madre de Gricel lo escogió por el personaje de “Grisel y Mirabella”, novela del español Juan de Flores, y por lapsus fonético en los registros bautismales quedó plasmado ese error de escritura, por lo que la chiquilla creció siendo Gricel con C. Una Gricel que no tiene nada que ver con gris, ni con Griselda, ni con Griseta (muchacha vivaracha y coqueta, de extracción humilde).

Gricel, de ancestros franco alemanes, entró como una tromba en la vida del Catunga Contursi, y vivieron un tórrido romance de verano en la capital antes de que, a los pocos días, ella regresara al lado de su padre en Capilla del Monte (Córdoba), como dependiente de la surtidora de gasolina propiedad de la familia; y regresara a su rutina de presentarse a los reinados populares de belleza y ganarlos todos por veredicto indiscutible; y a recibir piropos de sus admiradores como mujer que, aunque de buen comportamiento, era vanidosa y coqueta. Cantó él en su tango “”, con música de José Dames: “Llegaste como un rayo deslumbrante de luz. /Yo andaba por el mundo sin amor ni quietud. /Mis ansias ya se habían refugiado /entre las ruinas /de mi pasado. /Traías en tus ojos, en tus labios, en tu voz, /la cálida promesa de un destino mejor. /Mis manos y tus manos /se encontraron… /y nuevamente palpitó /mi corazón”. 

”, tango con letra de José María Contursi y música de José Dames, interpretado por Roberto “Polaco” Goyeneche:


En 1938 él viajó a Capilla del Monte en busca de mejores aires para su tratamiento de salud, y la relación entre los dos se volvió imparable. Pero tuvo que parar porque el deber lo llamaba en la capital al lado de su esposa y de sus hijas; adonde regresó porque, al decir de su hija Alicia, había quedado marcado por la separación de sus padres y eso hacía que no quisiera para sus hijas un destino igual al suyo.

Por Gricel escribió el vals “Bajo un cielo de estrellas”:

Bajo un cielo de estrellas”, vals con letra de José María Contursi y música de Enrique M. Francini y Héctor Stampone. Canta Alberto Podestá acompañado de la orquesta de Miguel Caló.


En la noche tranquila, y oscura, hasta el aire parece decir: “No te olvides que siempre fui tuya y sigo esperando que vuelvas a mí”… Y en esta noche vuelvo a ser aquel muchacho soñador que supo amarte y que con sus versos te brindó sus penas. Hay una voz que me dice al oído: “Yo sé que has venido por ella, por ella”… ¡Qué ganas enormes me dan de llorar!”. 

8. EL ROMPIMIENTO

Aunque siguieron carteándose, para 1940 lo suyo ya era una ruptura dolorosa, y entonces él escribió “Sin lágrimas”.

Sin lágrimas”, tango con letra de José María Contursi y música de Charlo, interpretado por Roberto “El Polaco” Goyeneche con la orquesta de Aníbal “Pichuco” Troilo:


¿No sabes cuánto te he querido? /¡Cómo has de negar que fuiste mía!; /y, sin embargo, me has pedido /que me vaya, que te deje, que te hunda en el olvido. /Ya ves, mis ojos no han llorado, /¿Para qué llorar lo que he perdido?, /pero en mi pecho desgarrado, /sin latidos, destrozado, /va muriendo el corazón… /¿Qué me importa a mí la vida, /si mi vida está en tus ojos?... /Ahora que siento el frío de la muerte, /ahora que mis ojos no han de verte, /¿Qué importa el que otro tenga tus encantos, /si yo sé que nunca nadie /puede amarte tanto, tanto, /como yo te amé?... /Con el calor de tu mirada /diste fuerzas a mi vida, /pobre vida destrozada… /Y aunque mis ojos no han llorado, /hoy le he pedido a Dios rezando /que si otros labios te han besado, /y al besarte te han herido, /tú no sufras como yo…”.

Como también:

En esta tarde gris”, tango con letra de José María Contursi y música de Mariano Mores, interpretado por Roberto “El Polaco” Goyeneche con la orquesta de Aníbal “Pichuco” Troilo:


Qué ganas de llorar en esta tarde gris… remordimiento de saber que por mi culpa nunca, nunca, has de volver… “Ven”, triste me decías, “y apiádate de mi dolor”… “Ven, que te quiero tanto, y si no vienes hoy voy a quedar ahogado en llanto. No, no puede ser que viva así, con este amor clavado en mí como una maldición”.

Y también:

Sombras nada más”, tango con letra de José María Contursi y música de Francisco Lomuto, interpretado por Eduardo Adrián con la orquesta de Francisco Canaro:


Quisiera abrir lentamente mis venas, mi sangre toda verterla a tus pies, para poderte demostrar que más no puedo amar y, entonces, morir después…Y sin embargo tus ojos azules, azul que tienen del cielo y del mar, viven cerrados para mí…”.

9. EL ESCÁNDALO DE GRICEL, LA DE GRICEL

Un par de años después escribió la letra del tango al que Mariano Mores no dudó en ponerle música: “Gricel” (No te olvides de mí, de tu Gricel, me dijiste al besar el Cristo aquel; y hoy, que vivo enloquecido porque no te olvidé, ni te acuerdas de mí…  ¡Gricel! ¡Gricel!):

Gricel”, 1942, tango con letra de José María Contursi y música de Mariano Mores, interpretado por Roberto “El Polaco” Goyeneche con la orquesta de Atilio Stampone:


El tango “Gricel” se hizo popular y fue un escándalo. La señalaban por la calle diciendo que “Ahí va Gricel, la de Gricel”. En su desengaño ella se casó por lo civil con Jorge Camba y con él tuvo a su hija Susana Jorgelina Camba, pero el divorcio sobrevino por cosas que suelen pasar: Camba se enamoró de Vilma Rabez, que era casada; el esposo de ella le metió a Camba una bala en el pecho, y el matrimonio con Gricel se acabó. Jorge no murió sino que, con la bala alojada en el cuerpo, se llevó a Vilma Rabez a vivir en otro lado; lo que no obstó para que, cuando las cosas se hubieron calmado, la pareja decidiera poner tierra de por medio e irse a vivir en casa de Susana Jorgelina Camba y su novio Oscar Iacobelli, contigua a la de Gricel y, por extraño que parezca, las dos familias se hicieron amigas.

10. EL REENCUENTRO

Mientras tanto, José María enviudó y la noticia de su viudez llegó a Gricel por boca del bandoneonista Ciriaco Ortiz, junto con la noticia de la depresión y alcoholismo de Contursi. Cada uno veía en el otro el amor de su vida, y ella no iba a dejar pasar la oportunidad de ser feliz a su lado, por lo que en 1962 lio bártulos y se fue hacia Buenos Aires a buscarlo. En la emoción del reencuentro dijo él a sus hijas: “Yo no he irrespetado esta casa trayendo aquí a mujeres extrañas, pero ha llegado una mujer muy especial y quiero que ustedes la conozcan. Se trata de Gricel”. Se fueron a vivir en Capilla del Monte, y las hijas viajaban periódicamente a visitarlos. El amor lo había copado con sus hijas que iban y venían entre la capital y la provincia, sintiéndose también en esa como en su propia casa. 

Se casaron en 1967, por la Iglesia, en matrimonio celebrado en el pueblo de Gricel y legalizando una situación que las familias habían terminado por aceptar, integrándose amistosamente entre sí y con la pareja de Camba y Rabez que vivía al lado. El reencuentro fue celebrado con una nueva letra de tango a la que Joaquín Mauricio “El Negro” Mora, un argentino que vivió en Colombia y murió en Panamá, le puso música, y cuya única interpretación registrada en la Sociedad Argentina de Intérpretes, Autores y Compositores (SADAIC) es la de Gonzalo Losada. No es un tema muy conocido y lleva por título “Otra vez Gricel”. Dice su letra que “Cómo lastima vernos juntos otra vez… /¿Para qué rememorar /lo que fue nuestro y que no fue /más que una trenza de esperanzas y de engaños /a través de tantos años?... /Hoy mi corazón está vencido /y yo no puedo darte más que olvido… /Sé que para vos /el tono triste de mi voz /es un castigo… /Yo también, sin vos, siento el temor /de no morir con vos, /¡Con vos! /¡Gricel! ¡Gricel!.../Los años pasan, escapando del ayer, /y nos destruyen sin pensar que estamos viejos, /y que somos el espejo /de un desencanto… /Otra vez tengo el celeste de tus ojos y tu piel, /y son mis penas /que te piden que te quedes, /que te quedes para siempre /¡Gricel! ¡Gricel!”.

11. LOS ÚLTIMOS AÑOS

Escribe el cantor Jorge Espósito que al final “La salud física y mental de Contursi se encontraba muy deteriorada”. Tal vez el cantor se refiera a que el cáncer había hecho mella en el organismo de José María que, aunque sólo tenía 61 años de edad cuando murió, hay que tener en cuenta que su padre murió en una casa de reposo, aquejado de locura, y su madre también estaba demente al momento de morir. En vista de eso, Catunga posiblemente ya no tuviera la lucidez de un hombre sano. Sigue diciendo Espósito que “Gricel cuidaba de él como si se tratara de un niño, con un amor absoluto y una dedicación exclusiva”. Cuando Contursi murió en 1972, lo hizo en los brazos de Iacobelli el yerno de Gricel, que estaba de turno en los cuidados del enfermo; y, con lágrimas en los ojos, testimoniaba que Contursi “Murió como él era, como todo un señor”. Los estragos causados en su salud por los excesos de tiempos pasados le habían pasado factura de cobro al príncipe de las noches porteñas. Veintidos años le sobrevivió la amorosa viuda con su recuerdo, y con el tango de “Gricel” rondando en la cabeza; hasta que un derrame cerebral, sumado al debilitamiento causado por una leucemia, le proporcionó el eterno descanso también a ella.

12. GRICEL, LA MUSA INSPIRADORA DEL CATUNGA CONTURSI

Si hacemos cuentas de que Contursi y Gricel se conocieron en 1935, dos años después de él haber escrito la letra de su primer vals en 1933, podemos concluir que ella estuvo presente en su corazón durante todo el tiempo de su prolífica producción, que sólo fue interrumpida por la muerte.

Se sabe que “Cristal”, “Garras”, y “Tabaco”, son letras que Contursi escribió pensando en ella; y tal vez “Quiero verte una vez más”, “Y la perdí”, y “Toda mi vida”, también tengan a Gricel en el trasfondo. Como podría ser que también “Sólo tú”, “Y no puede ser”, “Sombras nada más”, “Al verla pasar”, “La noche que te fuiste”, “Si de mí te has olvidado”, “Cada vez que me recuerdes”, “Han pasado tantos años”, “Junto a tu corazón”, “Sin esperanza”, “Jamás vendrás a mí”, “Has de volver a mí algún día”; se hayan escrito teniéndola a ella en la mente y en el corazón.

13. LOS TANGOS DE GRICEL

A partir del día en que la conoció, fue ella la musa que lo inspiró. Algún analista afirma que, de las letras registradas con su autoría, son dieciseis en particular las que se asocian con la mujer que le sacudió sus más íntimas fibras. Yo encuentro más de veinte, pero algún otro posiblemente encontrará más.

Bajo un cielo de estrellas (vals)
Cada vez que me recuerdes
Como aquella princesa
Cristal
Como dos extraños
En esta tarde gris
Garras
Gricel
Junto a tu corazón
La noche que te fuiste
Otra vez Gricel
Quiero verte una vez más
Si de mí te has olvidado
Sin lágrimas
Sombras nada más
Tabaco
Toda mi vida
Tu piel de jazmín
Verdemar
Y la perdí

Como dos extraños”, tango con letra de José María Contursi y música de Pedro Laurenz, interpretado por Roberto “El Polaco” Goyeneche:


Como dos extraños”, que tiene música de Pedro Laurenz, la escribió para su amigo el camarero del cabaret “Marabú”, de una de cuyas cabareteras estaba enamorado pero ella, a punta de pistola, fue rescatada por el esposo abandonado y regresada al seno del hogar, dejando al enamorado camarero sumido en la desolación. Para cuando el hombre la fue a buscar, dispuesto a todo por defender el amor de su vida, la encontró muy cambiada y en ese reencuentro se trataron “Como dos extraños”. La historia es otra, y los protagonistas son otros, pero es una historia que encontró en el alma de Contursi terreno abonado para reflejar con sus palabras un sentimiento que parecía estar representado en un espejo (“Me acobardó la soledad, /y el miedo enorme de morir lejos de ti. /¡Qué ganas tuve de llorar /sintiendo junto a mí /la burla de la realidad!”). 

14. SU LIBRO DE POEMAS

Al morir José María en el año de 1972, entre sus papeles se encontró “El chango Carmen”, un inédito libro de literatura y poesía mecanoscrita por él dos años antes (en 1970), que fue publicado por Ediciones Utopías cuarenta años después con prólogo de Rafael Flores Montenegro, quien agradece a Alicia y Amalia Contursi el haberle encargado ese prólogo. ¿Qué tanto de Gricel habrá en ese libro? Seguramente mucho, y habrá que leerlo para confirmar esta suposición.

15. JUNTOS HASTA EL FIN, MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Se dice que al corazón no lo manda nadie. Y dicen los campesinos que “lo que es pa´ uno, es pa´ uno"; que "al que le conviene, a la casa le viene"; y que "al que le han de dar le guardan, y si está frío le calientan”. Contursi y Grisel tenían un destino escrito juntos y, ahora se sabe, habían nacido el uno para el otro. Su amor está reflejado en sus canciones, y al Catunga y su Gricel los seguiremos recordando cada que suene una de ellas. 

Hasta aquí mi recuento para ustedes de esta historia que tiene un argumento de telenovela acerca de un amor de esos imposibles, que se impuso contra viento y marea y contra las maledicencias del qué dirán, hasta que la muerte los separó; un amor que inspiró un monumento perdurable, a la manera del Taj Mahal de la India, representado en la obra tanguera de un hombre irremisiblemente enamorado: José María Contursi. 

16. SOBRE LA VIDA Y OBRA DE JOSÉ MARÍA “EL CATUNGA” CONTURSI

Para conocer sobre la historia de este letrista encuentro interesante el artículo “José María Contursi, Gricel, y sus amores”, publicado el 11 de mayo de 2015 en el Diario Castellanos.net de Argentina:


Así como también la publicación en el blog Contraplano 71, con fecha de enero 6 de 2012, titulada “José María Contursi, variaciones de la ausencia”, conferencia de Gustavo Provitina en la Academia Nacional del Tango de Buenos Aires (Argentina):


Provitina recomienda la biografía “Variaciones de la ausencia”, que sobre la vida de Contursi escribió Horacio Ferrer en su “Libro del tango”.

17. ANEXOS

A continuación insertaré varios anexos. En primer lugar, la cronología de los Contursi; en segundo lugar, la discografía de 48 temas producida por Pascual Contursi; en tercer lugar, la discografía de 109 temas producida por José María Contursi; y, en cuatro lugar, las letras de algunas de sus obras.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)
------------------------------------------------------------------
ANEXOS

1.
CRONOLOGÍA DE GRICEL Y CONTURSI

CRONOL.------------PASCUAL-----HILDA----JOSÉ MA.---ALINA------GRICEL

Nacimiento------------1888------------------------1911-------------------------1920
Matrim. 1--------------1911------------1911------1932----------1932-------------
1er. tango--------------1917--- ----------------------1933------------------------------
Encuentro----------------------------------------------1935-------------------------1935
Amantes------------------------------------------------1938-------------------------1938
Rompim. -----------------------------------------------1940-------------------------1940
Reenc/tro-----------------------------------------------1962-------------------------1962
Matrim. 2-----------------------------------------------1967-------------------------1967
Muerte-----------------1932-------------1946--------1972-----------1955--------1994

1. José Ma. nació el mismo año del matrimonio de sus padres, y Pascual tenía 23 años en ese momento.

2. Pascual escribió "Mi noche triste" cuando tenía 29 años de edad, y 6 de casado; también 6 del nacimiento de José Ma.

3. José Ma. se casó a los 21 años de edad en 1932, el mismo año de la muerte de su padre; y un año después escribió su primer tango en 1933.

4. Gricel y José Ma. se conocieron en 1935, cuando ella tenía 15 años y él, que era 9 años mayor, tenía 24. Él tenía 3 años de casado y a su primera hija; a 2 años del 1er. Tango.

5. Gricel y José Ma. se hicieron amantes en 1938 en Capilla del Monte, a los tres años de conocerse, y cuando él tenía seis años de casado. Dos años después, en 1940, fue el rompimiento.

6. José Ma. enviudó en 1955 cuando tenía 44 años de edad, 23 de casado, un hijo varón fallecido (Lucio) y cuatro hijas (Ethel, Alicia, Amalia y Hebe). Gricel, separada, tenía 35 y una hija de nombre Susana (hija de Jorge Camba).

7. Se reencontraron en 1962, a siete años de haber enviudado, y se casaron por la Iglesia cinco años después en 1967. Él tenía 56 y ella 47.

8. José Ma. murió en 1972, a diez años del reencuentro, cinco de matrimonio, y 37 de conocerse. Tenía 61 años, y Gricel quedó viuda a los 52.

9. Gricel, que era nueve años menor que José Ma., le sobrevivió 22 años y murió en 1994.
----------------------------------------------------------
2.
DISCOGRAFÍA DE PASCUAL CONTURSI 

(Algunos datos han sido tomados de la página de la Sociedad Argentina de Autores, Intérpretes, y Compositores –SADAIC–):

http://sadaic.org.ar/obras.autor.php?codigo=611

PASCUAL CONTURSI
–Letrista argentino de tango y otros géneros–
Registradas 47 autorías, más uno suyo de música al que José María puso la letra, para un total de 48.

1.
Título: Amores viejos
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Enrique Delfino

2.
Título: Atención al fogonazo
Autor letra: Pascual Contursi

3.
Título: Bandoneón arrabalero
Año: 1928
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Juan Bautista Deambroggio

4.
Título: Cabaret, tangos y anexos
Autor letra: Pascual Contursi

5.
Título: Cachafaz
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Manuel Gregorio Arostegui

6.
Título: Caferata
Autor letra: Pascual Contursi

7.
Título: Champagne tango
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Manuel Gregorio Arostegui

8.
Título: Carpincho
Autor letra: Pascual Contursi

9.
Título: Con esta sí
Autor letra: Pascual Contursi

10.
Título: De vuelta al bulín
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: José Martínez

11.
Título: Del tango al charlestón
Autor letra: Pascual Contursi

12.
Título: Desdichas
Autor letra: Pascual Contursi


13.
Título: Don Esteban
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Augusto Pedro Berto

14.
Título: El flete
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Vicente Greco

15.
Título: El mate de la china (En el día de la fiesta)
Autor letra: Pascual Contursi

16.
Título: El motivo
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Juan Carlos Cobián

17.
Título: En el barrio de Los Tachos
Autor letra: Pascual Contursi

18.
Título: Flor de fango (El desalojo)
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Augusto Gentile

19.
Título: Garabita
Autor letra: Pascual Contursi

20.
Título: Hasta San Martín no para
Autor letra: Pascual Contursi

21.
Título: Ivette
Género o ritmo: Tango
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Enrique Costa y Julio Argentino Roca
Otros: José Martínez

22.
Título: La biblioteca
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Augusto Pedro Berto

23.
Título: La Cumparsita
Género o ritmo: Tango
Año: 1927
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Gerardo Matos Rodríguez

24.
Título: La he visto con otro
Autor letra: Pascual Contursi

25.
Título: La milonga popular
Género o ritmo: Milonga
Autor letra: Pascual Contursi

26.
Título: La mina del Ford
Año: 1924
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Fidel Negro y Antonio Scatasso

27.
Título: La polca de la silla
Género o ritmo: Polca
Autor letra: Pascual Contursi

28.
Título: Los distinguidos reos
Autor letra: Pascual Contursi

29.
Título: Maldito cabaret
Autor letra: Pascual Contursi

30.
Título: Martineta
Autor letra: Pascual Contursi

31.
Título: Matasanos
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Francisco Canaro

32.
Título: Mi noche triste (Lita)
Género o ritmo: Tango
Año: 1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Samuel Castriota

33.
Título: Pero hay una melena
Autor letra: Pascual Contursi

34.
Título: Pobre corazón mío
Autor letra: Pascual Contursi

35.
Título: Pobre paica
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Juan Carlos Cobián

36.
Título: Porteño tenía que ser
Autor letra: Pascual Contursi

37.
Título: Primavera rea
Autor letra: Pascual Contursi

38.
Título: Puentecito de plata (Juramento)
Autor letra: Pascual Contursi

39.
Título: Qué calamidad
Autor letra: Pascual Contursi

40.
Título: Qué lindo es estar metido
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Enrique Delfino

41.
Título: Qué querés con esa cara
Autor letra: Pascual Contursi

42.
Título: Quien fuera millonario
Autor letra: Pascual Contursi

43.
Título: Te doy lo que tengo
Autor letra: Pascual Contursi

44.
Título: Un programa de cabaret
Autor letra: Pascual Contursi

45.
Título: Vayan saliendo los guapos
Autor letra: Pascual Contursi

46.
Título: Vea, vea
Año: 1914-1917
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Roberto Firpo

47.
Título: Ventanita de arrabal
Año: 1927
Autor letra: Pascual Contursi
Compositor música: Antonio Scatasso

Tango con música de Pascual y letra de José María:

48.
Título: Mi ruego
Género o ritmo: Tango
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pascual Contursi

Obras que aparecen con doble título y están relacionadas por el primero:

49. Título: El mate de la china (En el día de la fiesta)

50. Título: Flor de fango (El desalojo)

51. Título: Mi noche triste (Lita)

52. Título: Puentecito de plata (Juramento)
----------------------------------------------------------

3. DISCOGRAFÍA DE JOSÉ MARÍA CONTURSI

(Algunos datos han sido tomados de la página de la Sociedad Argentina de Autores, Intérpretes, y Compositores –SADAIC–):

http://sadaic.org.ar/obras.autor.php?codigo=610

JOSÉ MARÍA CONTURSI
–Letrista argentino de tango y otros géneros–
Registradas 109 autorías
Fichas de la discografía:

1.
Título: A mí no me hablen de tango
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan José “Paz” Abbondanza

2.
Título: A través de un rosario
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Dames

3.
Título: Al verla pasar
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora
Primera frase: Ayer, al verla pasar, me convencí que no es posible volver…
Segunda frase: Si supiera que yo también he cambiado, que tengo el corazón destrozado…

4.
Título: Almita de mujer
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Angel Ciriaco Ortiz Barrionuevo

5.
Título: Alondras
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Abraham Moisés Soifer

6.
Título: Amor que se hace llanto
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Tinelli

7.
Título: Angustia
Año: 1937
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Rodio

8.
Título: Bajo un cielo de estrellas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Enrique Mario Francini y Héctor Stamponi

9.
Título: Buzón de mi vereda
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Andrés Falgás

10.
Título: Cada vez que me recuerdes
Año: 1943
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

11.
Título: Celoso por ti
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Julián Ortiz

12.
Título: Claveles blancos
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Armando Pontier

13.
Título: Cobarde
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

14.
Título: Cofrecito
Año: 1936
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

15.
Título: Como aquella princesa
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

16.
Título: Como dos extraños
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pedro Laurenz

17.
Título: Cómo me puse a llorar
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Gabriel Clausi

18.
Título: Con mi perro
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

19.
Título: Cosas olvidadas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Rodio

20.
Título: Cosas pequeñas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

21.
Título: Cristal
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

22.
Título: Cuando estés muy lejos
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Angel Ciriaco Ortiz Barrionuevo

23.
Título: Cuando no existas más
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Dalessandro

24.
Título: Cuando te tuve a ti
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Oscar Kinleiner

25.
Título: Culpable
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Miguel Caló y Armando Baliotti

26.
Título: Desagravio
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Homero Manzi

27.
Título: Despojos
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Federico Scorticati

28.
Título: Dónde está tu voz
Autor letra: José María Contursi

29.
Título: El Cristo del veneno
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

30.
Título: El pasado no se olvida
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José María Contursi
Otros: Este es posiblemente el único tango con letra y música de José María Contursi

31.
Título: En el viejo café
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Ernesto di Cicco

32.
Título: En el olvido
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Andrés Falgás

33.
Título: En esta tarde gris
Año: 1941
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

34.
Título: En este rincón amigo
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Raymundo Grasso

35.
Título: En la capilla
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aquiles Aguilar

36.
Título: En tinieblas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Eduardo Scalise y Francisco García Jiménez

37.
Título: Entre la lluvia
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Carlos Howard

38.
Título: Es mejor perdonar
Año: 1942
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pedro Laurenz

39.
Título: Esas cosas del corazón
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Carlos Howard

40.
Título: Esclavo
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

41.
Título: Esta noche de copas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Carlos Howard

42.
Título: Este corazón sentimental
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Julio de Caro

43.
Título: Este viejo corazón
Año: 1949
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Félix Lipesker y Emilio Barbato

44.
Título: Evocándote
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

45.
Título: Final
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Atilio Bruni

46.
Título: Frío
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

47.
Título: Fulgor
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Dames

48.
Título: Garras
Año: 1945
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

49.
Título: Gricel
Año: 1942
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

50.
Título: Han pasado tantos años
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Gabriel Clausi

51.
Título: Has de volver un día
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Polito

52.
Título: Hoy que estás lejos de mí
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aquiles Aguilar

53.
Título: Jamás vendrás a mí
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Gabriel Clausi

54.
Título: Junto a tu corazón
Año: 1942
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Enrique Mario Francini y Héctor Stamponi
Intérprete: Alberto Podestá
Acompañamiento: Orquesta de Carlos di Sarli
Primera frase: Qué noche horrible para mí. Todo en mi cuarto es frío…
Segunda frase: Hoy como ayer mis pobres ojos han quedado sin luz…
Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=KqVCggFWsT8

55.
Título: La esquina de siempre
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Ramón Ficco

56.
Título: La lluvia y yo
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Tinelli

57.
Título: La noche que te fuiste
Año: 1945
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Osmar Maderna
Intérprete: Floreal Ruiz
Acompañamiento: Orquesta de Aníbal Troilo
Primera frase: A veces cuando en sueños tu imagen aparece…
Segunda frase: La noche que te fuiste, más triste que ninguna, palideció la luna…
Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=BBDppLsCs2I

58.
Título: Las cosas que me han quedado
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Armando Pontier

59.
Título: Lluvia sobre el mar
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Armando Pontier

60.
Título: Lo mismo que antes
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Angel Ciriaco Ortiz Barrionuevo

61.
Título: Manos vacías
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Julio de Caro

62.
Título: Mañana a las ocho
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Andrés Falgás

63.
Título: Más allá
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

64.
Título: Mi camino
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Rodio

65.
Título: Mi lejana juventud
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Fernando José Lupi

66.
Título: Mi mejor canción
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Zayra Canicoba

67.
Título: Mi ruego
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pascual Contursi
Otros: Pascual no era músico sino letrista, pero es posible que, con posterioridad a su muerte, 
su hijo José María hubiera puesto letra a esta música suya.

68.
Título: Mi tango triste (Tango triste)
Género o ritmo: Tango
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

69.
Título: Mientras vamos caminando
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Eduardo Carlos Ávila

70.
Título: Milonga de mis amores
Género o ritmo: Milonga
Año: 1937
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pedro Laurenz

71.
Título: Mis amigos de ayer
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Francisco Lomuto

72.
Título: Mis ojos ciegos
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

73.
Título: Nuestra despedida
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Tinelli

74.
Título: Otra vez
Género o ritmo: Tango
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Jorge Argentino Fernández

75.
Título: Otra vez Gricel
Género o ritmo: Tango
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

76.
Título: Para qué
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Domingo Varela y Oscar Amoroso

77.
Título: Pena de amor
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Jorge Argentino Fernández

78.
Título: Perdón
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

79.
Título: Poema de amor
Autor letra: José María Contursi

80.
Título: Por calles muertas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Sebastián Lombardo

81.
Título: Por ella
Autor letra: José María Contursi

82.
Título: Por otros caminos
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Miguel Caló y Héctor Stampone

83.
Título: Qué ganas de llorar
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Abraham Moisés Soifer

84.
Título: Que nunca lo sepas
Autor letra: José María Contursi

85.
Título: Quiero verte una vez más
Género o ritmo: Tango
Año: 1939
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mario Canaro

86.
Título: Si de mí te has olvidado
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Osvaldo Fresedo

87.
Título: Sin esperanza
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

88.
Título: Sin lágrimas (Sin una lágrima)
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Carlos “Charlo” Pérez de la Riestra

89.
Título: Sin manchas en el corazón
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Julio de Caro

90.
Título: Sólo tú
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pascual Storti

91.
Título: Sombras nada más
Año: 1943
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Francisco Lomuto

92.
Título: Tabaco
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Armando Pontier

93.
Título: Tan distante como el cielo
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Joaquín Mauricio Mora

94.
Título: Te dejé partir
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Angel Dagostino y Alfredo Attadia

95.
Título: Toda mi vida
Año: 1941
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

96.
Título: Todo azul
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Jorge Dragone

97.
Título: Triste
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Andrés Falgás

98.
Título: Tú
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: José Dames

99.
Título: Tu nombre
Género o ritmo: Vals
Año: 1933
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Raúl Portolés Peralta
Otros: No confundir con el vals del mismo título con 
letra de Homero Manzi y música de Félix Lipesker
Intérprete: Andrés Falgás

100.
Título: Tu piel de jazmín
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Mariano Mores

101.
Título: Tu voz
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Andrés Falgás

102.
Título: Tus lágrimas benditas
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Carlos Howard

103.
Título: Un alma buena
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aquiles Aguilar

104.
Título: Valsecito amigo
Género o ritmo: Vals
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

105.
Título: Verdemar
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Carlos di Sarli

106.
Título: Vieja amiga (Cuando acaricia un recuerdo)
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Pedro Laurenz

107.
Título: Y la perdí
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Antonio Rodio

108.
Título: Y no puede ser
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Aníbal Troilo

109.
Título: Yo
Autor letra: José María Contursi
Compositor música: Juan Carlos Howard

Obras que aparecen con doble título y están relacionadas por el primero:

110.
Título: Mi tango triste (Tango triste)

111.
Título: Sin lágrimas (Sin una lágrima)

112.
Título: Vieja amiga (Cuando acaricia un recuerdo)

-------------------------------------------------------

4.
ALGUNAS LETRAS DE LA DINASTÍA CONTURSI

1. MI NOCHE TRISTE
(Tango. L: Pascual Contursi. M: Samuel Castriota)

Percanta, que me amuraste
en lo mejor de mi vida,
dejándome el alma herida
y espina en el corazón,
sabiendo que te quería,
que vos eras mi alegría,
y mi sueño abrasador;
para mí ya no hay consuelo,
y por eso me encurdelo,
pa´ olvidarme de tu amor.

Cuando voy a mi cotarro
y lo veo desarreglado,
todo triste, abandonado,
me dan ganas de llorar.
Me detengo largo rato,
campaneando tu retrato
pa´ poderme consolar.

De noche, cuando me acuesto,
no puedo cerrar la puerta
porque, dejándola abierta,
me hago ilusión que volvés.
Siempre traigo bizcochitos
pa´ tomar con matecito,
como si estuvieras vos.

Y si vieras la catrera
cómo se pone cabrera
cuando no nos ve a los dos.
Ya no hay en el bulín
aquellos lindos frasquitos
adornados con moñitos,
todos de un mismo color.
Y el espejo está empañado,
si parece que ha llorado
por la ausencia de tu amor.

La guitarra, en el ropero,
todavía está colgada;
nadie en ella canta nada,
ni hace sus cuerdas vibrar.
Y la lámpara del cuarto
también tu ausencia ha sentido,
porque su luz no ha querido
mi noche triste alumbrar.


2. LA CUMPARSITA
(Tango. L: Pascual Contursi y M: Gerardo Matos Rodríguez)

Glosa introductoria recitada por
Antonio Cantó, tomada del poema
“Apología del tango”, de Enrique
Pedro Maroni:

Tango que me hiciste mal;
y, sin embargo, te quiero
porque sos el mensajero
del alma del arrabal.
No sé qué encanto fatal
tienen tus notas sentidas,
que la mistonga guarida
del corazón se me ensancha,
como pidiéndole cancha
al dolor que hay en mi vida.

Letra de Pascual Contursi:

Si supieras
que aún dentro de mi alma
conservo aquel cariño
que tuve para ti.
¡Quién sabe!
Si supieras
que nunca te he olvidado,
volviendo a tu pasado
te acordarías de mí.

Los amigos
ya no vienen
ni siquiera a visitarme.
Nadie quiere consolarme
en mi aflicción.
Desde el día
en que te fuiste,
siento angustias en mi pecho.
Decí, Percanta,
¿Qué has hecho
de mi pobre corazón?

Al cotarro abandonado
ya ni el sol de la mañana
asoma por la ventana,
como cuando estabas vos.
Y aquel perrito compañero,
que por tu ausencia no comía;
al verme solo, el otro día,
también me dejó.

Sin embargo,
te llevo en el recuerdo
con el cariño santo
que tuve para amar;
y sos en todas partes,
pedazo de mi vida,
una ilusión querida
que no podré olvidar.


3. BAJO UN CIELO DE ESTRELLAS
(Vals, M: Enrique Mario Francini y Héctor Stampone)

Mucho tiempo después de alejarme
vuelvo al barrio que un día dejé,
con el ansia de ver por sus calles
los viejos amigos y el viejo café.
En la noche tranquila, y oscura,
hasta el aire parece decir:
"No te olvides que siempre fui tuya,
y sigo esperando que vuelvas a mí".

En esta noche vuelvo a ser
aquel muchacho soñador
que supo amarte y que con sus versos te brindó sus penas.
Hay una voz que me dice al oído:
"Yo sé que has venido por ella, por ella".
Qué amable y qué triste es, a la vez,
la soledad del arrabal
con sus casitas y los árboles que pintan sombras.
Sentir que todo, que todo la nombra
¡Qué ganas enormes
me dan de llorar!

Bajo el cielo cubierto de estrellas,
una sombra parezco al pasar.
No he de verme jamás con aquella
que tanto me quiso y hoy debo olvidar.
En la noche tranquila, y oscura,
hasta el aire parece decir:
"Para qué recordar que fui tuya,
si yo ya no espero que vuelvas a mí!".


4. CADA VEZ QUE ME RECUERDES
(Tango, M: Mariano Mores)

Como un fantasma gris llegó el hastío
hasta tu corazón, que aún era mío,
y poco a poco te fue envolviendo
y poco a poco te fuiste yendo.
Si grande fue tu amor cuando viniste,
más grande fue el dolor cuando te fuiste.
Triste tañido de las campanas
doblando en mi soledad.

Cada vez que me recuerdes,
la noche amiga me lo dirá;
y donde el cielo y el mar se pierden,
¡Cuántas estrellas me alumbrarán!
Cada vez que me recuerdes,
tu pensamiento me besará;
y cuando el fin de tu vida llegue,
junto a tu vida me sentirás.

Mi corazón se fue tras de tus pasos...
¡El pobre estaba ya hecho pedazos!
Y entre mis manos, mis manos yertas,
las esperanzas quedaron muertas.
Si hay algo que jamás yo te perdono
es que olvidaste aquí, con tu abandono,
eso tan tuyo –ese algo tuyo–
que envuelve todo mi ser.


5. COMO AQUELLA PRINCESA
(Tango, M: Joaquín Mauricio Mora)

Hay una estrella desmayada
junto a la luz de tu mirada.
Me aflige tu quebranto, y es que te quiero tanto
que me entristezco al verte seria, ¡Vida mía!
Bajo ese cielo de quimeras
que se dibuja en tus ojeras,
he visto reflejada mi vida destrozada
por celos necios de mi amor.

Como aquella princesa del librito de cuentos,
apareciste un día, deslumbrante de luz.
Yo era el tímido paje de una corte de ensueños,
cuyo Dios era el verso,
cuyo sueño eras tú.
Como el tímido paje del librito de cuentos,
una tarde temblando te confiaba mi amor.
Se empañaron tus ojos, un suspiro y un beso,
Y esta pena tan dulce que nos une a los dos.

Hay una estrella que agoniza
junto al soñar de tus pupilas.
Estás enamorada, lo dice tu mirada,
y en esta duda se consume el alma mía.
Pero mi fe se tranquiliza,
porque tu aliento me acaricia.
Tus manos, en mis manos; mis labios, en tus labios;
Y, mentalmente, una oración.


6. COMO DOS EXTRAÑOS
(para el mesero del Cabaret Marabú)
(Tango, M: Pedro Laurenz)

Me acobardó la soledad
y el miedo enorme de morir lejos de ti.
¡Qué ganas tuve de llorar,
sintiendo junto a mí
la burla de la realidad!
Y el corazón me suplicó
que te buscara y que te diera mi querer.
Me lo pedía el corazón,
y entonces te busqué…
creyéndote mi salvación.

Y ahora, que estoy frente a ti;
parecemos, ya ves, dos extraños.
Lección que por fin aprendí:
¡Cómo cambian las cosas con los años!
Angustia de saber muertas ya
la ilusión y la fe.
Perdón, si me ves lagrimear,
¡Los recuerdos me han hecho mal!

Palideció la luz del sol
al escucharte fríamente conversar.
Fue tan distinto nuestro amor,
y duele comprobar
que todo, todo terminó.
¡Qué gran error volverte a ver
para llevarme destrozado el corazón!
Son mil fantasmas al volver,
burlándose de mí,
en las horas de este muerto ayer.


7. CRISTAL
(Tango, M: Mariano Mores)

Tengo el corazón hecho pedazos,
rota mi emoción en este día.
Noches y más noches, sin descanso,
y esta desazón del alma mía.

Cuántos, cuántos años han pasado,
grises mis cabellos y mi vida.
Loco, casi muerto, destrozado,
con mi espíritu amarrado
a nuestra juventud.

Más frágil que el cristal
fue mi amor
junto a ti.
Cristal tu corazón,
tu mirar, tu reír,
tus sueños, y mi voz;
y nuestra timidez
temblando suavemente
en tu balcón.
Y ahora sólo sé
que todo se perdió
la tarde de mi ausencia.
Ya nunca volveré,
lo sé bien, ¡nunca más!
Tal vez me esperarás,
junto a Dios,
¡más allá!

Todo para mí se ha terminado,
todo para mí se torna olvido.
Trágica enseñanza me dejaron
esas horas negras que he vivido.

Cuántos, cuántos años han pasado,
grises mis cabellos y mi vida.
Loco, casi muerto, destrozado,
con mi espíritu amarrado
a nuestra juventud.


8. EN ESTA TARDE GRIS
(Tango, M: Mariano Mores)

¡Qué ganas de llorar
en esta tarde gris!
En su repiquetear
la lluvia habla de ti.
Remordimiento de saber
que, por mi culpa,
nunca, vida, nunca te veré.
Mis ojos al cerrar
te ven igual que ayer,
temblando, al implorar
de nuevo mi querer.
Y hoy es tu voz
que vuelve a mí
en esta tarde gris.

“Ven”
—triste me decías–
“Que en esta soledad
no puede más el alma mía.
Ven, y apiádate de mi dolor,
que estoy cansada de buscarte,
de sufrir, y de esperarte,
y hablar siempre a solas
con mi corazón.
Ven,
pues te quiero tanto
que, si no vienes hoy,
voy a quedar ahogada en llanto.
No,
no puede ser que viva así
con este amor clavado en mí
como una maldición”.

No supe comprender
tu desesperación,
y alegre me alejé
en alas de otro amor.
¡Qué solo y triste me encontré
cuando me vi tan lejos
y mi engaño comprobé!
Mis ojos al cerrar
te ven igual que ayer,
temblando, al implorar
de nuevo mi querer...
¡Y hoy es tu voz que sangra en mí,
en esta tarde gris!

“Ven”
—triste me decías–
“Que en esta soledad
no puede más el alma mía.
Ven, y apiádate de mi dolor,
que estoy cansada de buscarte,
de sufrir, y de esperarte,
y hablar siempre a solas
con mi corazón.
Ven,
pues te quiero tanto
que, si no vienes hoy,
voy a quedar ahogada en llanto.
No,
no puede ser que viva así
con este amor clavado en mí
como una maldición”.


9. GARRAS
(Tango, M: Aníbal “Pichuco” Troilo)

Callejón sin luz,
esperándote.
Frío,
sombras,
ansias de vivir para tu amor,
y no poder.
Siento que la vida se me va,
y no me lloras.
Busco desolado tu calor,
y aquí no estás.
Agonía cruel,
luego soledad
y, después, tu olvido.
¡Nada más!

No pude más,
y en mi afán por llegar,
era un duende errabundo
que se perdió
sin poderte encontrar
por las calles del mundo.
Y me he quedado
como un pájaro sin nido,
como un niño abandonado,
con mis penas que se agarran
como garras y desgarran
a mi corazón.

Ya mi pobre vida terminó,
y estoy vacío,
muerto para el mundo, y para vos,
mi corazón.
Agonía cruel,
luego soledad.
Este llanto tuyo,
y nada más.

No pude más,
y en mi afán por llegar,
era un duende errabundo
que se perdió
sin poderte encontrar
por las calles del mundo.
Y me he quedado
como un pájaro sin nido,
como un niño abandonado,
con mis penas que se agarran
como garras y desgarran
a mi corazón.


10. GRICEL
(Tango, M: Mariano Mores)

No debí pensar jamás
en conquistar tu corazón;
y, sin embargo, te busqué
hasta que un día te encontré,
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena...
Tu ilusión fue de cristal
y se rompió cuando partí;
pues nunca, nunca más volví…
¡Qué amarga fue tu pena!

“No te olvides de mí,
de tu Gricel”,
me dijiste al besar
el Cristo aquel.
Y hoy, que vivo enloquecido
porque no te olvidé,
no te acuerdas de mí...
¡Gricel! ¡Gricel!

Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar;
y, como un loco, te busqué
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me aturdí.
¡Mi vida toda fue un engaño!
¿Qué será, Gricel, de mí?
Se cumplió la ley de Dios
porque las culpas ya pagó
quien te hizo tanto daño.


11. LA NOCHE QUE TE FUISTE
(Tango, M: Osmar Maderna)

A veces, cuando en sueños tu imagen aparece,
radiante y fugaz como un rayo de sol,
siento que tus manos entibian las mías
trémulas y frías. ¡Y me hablas de tu amor!
Entonces, lentamente, mi espíritu adormeces;
arrullo sutil, de una vieja canción;
aquella que cantabas cuando tú eras mía,
fantasma febril que se aleja burlón.

La noche que te fuiste
(más triste que ninguna)
palideció la luna
y se tornó más gris mi soledad.
La lluvia castigando mi angustia en el cristal,
y el viento murmurando: Ya no vendrá más.
La noche que te fuiste
nevó sobre mi hastío,
y un hálito de frío
las cosas envolvió.
Mis sueños y mi juventud
cayeron muertos con tu adiós.
La noche que te fuiste,
¡Se fue mi corazón!


12. OTRA VEZ GRICEL
(Tango, M: Joaquín Mauricio Mora)

(Interpretación de Gonzalo Losada no hallada. Encontré este video con la versión instrumental al piano por Martín Rebora)
https://www.youtube.com/watch?v=s-obDuquziQ

Ya lo ves.
Cómo lastima vernos juntos otra vez,
cómo los sueños se diluyen en las manos,
sueños vanos, sueños vanos,
de un tiempo ausente.
Para qué
rememorar lo que fue nuestro y que no fue
más que una trenza de esperanzas y de engaños
a través de tantos años.
¡Gricel! ¡Gricel!

Hoy mi corazón está vencido,
y yo no puedo darte más que olvido.
Sé que para vos
el tono triste de mi voz
es un castigo ¿Ves?
Es tu fe, tal vez, que está perdida
si vuelves huyendo de la vida.
Yo también, sin vos,
siento el temor de no morir
con vos ¡Con vos!

Ya lo ves.
Los años pasan escapando del ayer
y nos destruyen, sin pensar que estamos viejos
y que somos el espejo
de un desencanto.
Otra vez
tengo el celeste de tus ojos y tu piel,
y son mis penas que te piden que te quedes,
que te quedes para siempre...

¡Gricel! ¡Gricel!


13. QUIERO VERTE UNA VEZ MÁS
(Tango, M: Mario Canaro)

Tarde que me invita a conversar
con los recuerdos,
pena de esperarte y de llorar
en este encierro.
Tanto en mi amargura te busqué,
sin encontrarte.
¿Cuándo, cuándo, vida, moriré
para olvidarte?

Quiero verte una vez más,
amada mía,
y extasiarme en el mirar
de tus pupilas;
quiero verte una vez más,
aunque me digas
que ya todo terminó
y es inútil remover
las cenizas de este amor.

Quiero verte una vez más,
¡Estoy tan triste!,
y no puedo recordar
por qué te fuiste.
Quiero verte una vez más,
y en mi agonía
un alivio sentiré
y olvidado en mi rincón
más tranquilo moriré.

Noche que consigues envolver
mis pensamientos.
Quejas que buscando nuestro ayer
las lleva el viento.
Sangre que ha vertido el corazón
al evocarte.
Fiebre que me abrasa la razón
sin olvidarte.

Quiero verte una vez más,
amada mía,
y extasiarme en el mirar
de tus pupilas;
quiero verte una vez más,
aunque me digas
que ya todo terminó
y es inútil remover
las cenizas de este amor.
Quiero verte una vez más,
¡Estoy tan triste!,
y no puedo recordar
por qué te fuiste.
Quiero verte una vez más,
y en mi agonía
un alivio sentiré
y olvidado en mi rincón
más tranquilo moriré.


14. SIN LÁGRIMAS
(Tango, M: Carlos José “Charlo” Pérez de la Riestra)

¡No sabes cuánto te he querido!
¿Cómo has de negar que fuiste mía?
Y sin embargo me has pedido
que te deje, que me vaya,
que te hunda en el olvido.

Ya ves, mis ojos no han llorado
¿Para qué llorar lo que he perdido?
Pero en mi pecho desgarrado,
sin latidos, destrozado,
va muriendo el corazón.

Ahora,
que mi cariño es tan profundo;
ahora,
quedo solo en este mundo.
¡Qué importa
que esté muriendo y nadie venga
a cubrir estos despojos!
¿Qué me importa a mí la vida,
si mi vida está en tus ojos?

Ahora,
que siento el frío de la muerte;
ahora,
que mis ojos no han de verte;
qué importa
que el otro tenga tus encantos,
si yo sé que nunca nadie
puede amarte tanto, tanto,
como yo te amé.

No puedo reprocharte nada
si encontré en tu amor la fe perdida;
con el calor de tu mirada
diste fuerzas a mi vida,
¡pobre vida destrozada!

Y, aunque mis ojos no han llorado,
hoy a Dios, rezando, le he pedido
que si otros labios te han besado,
y al besarte te han herido,
tú no sufras como yo.

Ahora,
que siento el frío de la muerte;
ahora,
que mis ojos no han de verte;
qué importa
que el otro tenga tus encantos,
si yo sé que nunca nadie
puede amarte tanto, tanto,
como yo te amé.


15. SOMBRAS NADA MÁS
(Tango, M: Francisco Lomuto)

Quisiera abrir lentamente mis venas,
y mi sangre toda verterla a tus pies;
para poderte demostrar
que más no puedo amar
y, entonces, morir después.
Y, sin embargo, tus ojos azules
–¡azul que tienen el cielo y el mar!–
viven cerrados para mí
sin ver que estoy aquí,
¡Perdido en mi soledad!

¡Sombras, nada más,
acariciando mis manos!
¡Sombras, nada más,
en el temblor de mi voz!
Pude ser feliz,
y estoy en vida muriendo,
entre lágrimas viviendo
el pasaje más horrendo
de este drama sin final.
¡Sombras, nada más,
entre tu vida y mi vida;
sombras, nada más,
entre tu amor y mi amor!

Qué breve fue tu presencia en mi hastío,
qué tibias fueron tus manos, tu voz;
como luciérnaga llegó
tu luz y disipó las sombras de mi rincón.
Y yo quedé como un duende, temblando,
sin el azul de tus ojos de mar
que se han cerrado para mí
sin ver que estoy aquí...
¡Perdido en mi soledad!

¡Sombras, nada más,
acariciando mis manos!
¡Sombras, nada más,
en el temblor de mi voz!
Pude ser feliz,
y estoy en vida muriendo,
entre lágrimas viviendo
el pasaje más horrendo
de este drama sin final.
¡Sombras, nada más,
entre tu vida y mi vida;
sombras, nada más,
entre tu amor y mi amor!


16. TABACO
(Tango, M: Armando Pontier)

Tu voz surgió de las sombras
como un lejano reproche;
tu voz que llora, y me nombra,
mientras más aún se asombran
los fantasmas de esta noche.
Están mis ojos cerrados
por el terror del silencio;
mi corazón, desgarrado
porque no me he perdonado
todo el mal que te causé.

Más, muchísimo más
extrañan mis manos tus manos amantes.
Más, muchísimo más,
me aturdo al saberte tan cerca y tan distante.
Y mientras fumo, forma el humo tu figura;
y en el aroma del tabaco tu fragancia
me conversa de distancias,
de tu olvido y mi locura.
Tú, que vives feliz,
tal vez esta noche te acuerdes de mí.

Parece un sueño de angustias
del que despierto temblando,
y están tiradas y mustias
las violetas de esa angustia,
y mis ojos sollozando.
Los pobres siguen cerrados
por el terror del silencio.
Mi corazón, desgarrado
porque no me he perdonado
todo el mal que te causé.

Más, muchísimo más,
extrañan mis manos tus manos amantes.
Más, muchísimo más,
me aturdo al saberte tan cerca y tan distante.
Y mientras fumo, forma el humo tu figura,
y en el aroma del tabaco tu fragancia
me conversa de distancias,
de tu olvido y mi locura.
Tú que, vives feliz,
tal vez esta noche te acuerdes de mí.


17. TODA MI VIDA
(Tango, M: Aníbal “Pichuco” Troilo)

Hoy, después de tanto tiempo
de no verte, de no hablarte,
ya cansado de buscarte
siempre, siempre,
siento que me voy muriendo
por tu olvido, lentamente,
y en el frío de mi frente
tus besos no dejarás.

Sé que mucho me has querido
tanto, tanto como yo;
pero, en cambio, yo he sufrido
mucho, mucho más que vos.
No sé porque te perdí,
tampoco sé cuándo fue,
pero a tu lado dejé
toda mi vida,
y hoy que estás lejos de mí
y has conseguido olvidar,
soy un pasaje de tu vida, nada más.

¡Es tan poco lo que falta
para irme con la muerte!
Ya mis ojos no han de verte
nunca, nunca.

Y si un día, por mi culpa,
una lágrima vertiste,
porque tanto me quisiste
sé que me perdonarás.


18.
(Tango, M: José Dames)

Llegaste como un rayo deslumbrante de luz...
¡Yo andaba por el mundo, sin amor ni quietud!
¡Mis ansias ya se habían refugiado
entre las ruinas de mi pasado!
Traías en tus ojos, en tus labios, en tu voz;
la cálida promesa de un destino mejor.
Mis manos y tus manos se encontraron,
y nuevamente palpitó mi corazón.

Tú,
con la magia de tu amor y tu bondad;

me enseñaste a sonreír y a perdonar.
Ves,
yo era un grito de rencor
en el trágico final
de mi desesperación.
Ves,
todo aquello se esfumó
como brumas en el mar
al llegar la luz del sol.
Tú,
milagrosa musiquita de cristal;

me enseñaste a sonreír y a perdonar.

Qué tristes eran todos mis momentos sin ti.
Me ahogaba la tortura de rodar, sin morir.
Cansado de mis penas y mi hastío,
y de esos viejos recuerdos míos,
tus besos, tus ternuras, tu emoción, y tu fe;
hicieron el milagro de borrar el ayer,
aquel lejano ayer ensombrecido
que nunca, nunca, nunca más ha de volver.


19. TU PIEL DE JAZMÍN
(Tango, M: Mariano Mores)

Estoy pagando mi culpa,
borracho, sin razón, perdido.
Ya no tendré lo que he tenido,
ya nunca, yo sé que nunca.
Y en el silencio se quedó
la queja amarga de tu adiós como un castigo.
Estoy pagando mi culpa,
y sigo sin poder olvidar.

Me faltas tú
con tu piel de jazmín,
me faltas tú
con tu voz, con tu reír;
y en la terrible tortura
de mis noches, tan dramáticas y oscuras,
escucho siempre tu voz,
toco tu piel,
¡tu piel de raso y de jazmín!

Me fui, matando tus sueños,
y todo se quedó vacío.
Abandoné lo que era mío,
¿Te acuerdas? Tan solo mío.
Y hoy, que no puedo regresar,
tu llanto sigue junto a mí como un castigo.
Me fui matando tus sueños,
y sigo sin poder olvidar.


20. VERDEMAR
(Tango, M: Carlos di Sarli)

Verdemar, Verdemar,
se llenaron de silencio tus pupilas.
Te perdí, Verdemar.
Tus manos amarillas, tus labios sin color,
y el frío de la noche sobre tu corazón.
Faltas tú, ya no estás,
se apagaron tus pupilas, Verdemar.

Te encontré, sin pensarlo, y alegré mis días;
olvidando la angustia de las horas mías.
Pero luego la vida se ensañó contigo,
y en tus labios mis besos se morían de frío.
Y ahora... ¿qué rumbo tomaré?
Caminos sin aurora me pierden otra vez.

Volverás, Verdemar…
Es el alma que presiente tu retorno.
Llegarás, llegarás,
por un camino blanco tu espíritu vendrá
buscando mi cansancio, y aquí me encontrará.
Faltas tú. Ya no estás.
Se apagaron tus pupilas, Verdemar.