domingo, 6 de septiembre de 2015

115. Martina La peligrosa, en la punta de la lengua

–LESSIONEJ DE COJTEÑO PARA CACHACOJ–

No, hombe, qué va. Dejta vaina no sabía ni miejdaa”. ¿Cómo iba yo a saber que había una joven loricana, cuasitreintera, de 1,56 mtrs. de estatura, de nombre Martina López Llorente? Ni idea de ella, ni de su hermana Adriana Lucía. Adriana canta vallenatos y Martina, por su parte, grabó una champeta que se convirtió en éxito y lleva por título “La Peligrosa”. Este título la rebautizó automáticamente como Martina la Peligrosa: 

Martina López Llorente, 
La Peligrosa

Me dijeron que te tiemblan las piernas /cuando me ves pasar, /y que la boca nunca más se te cierra /cuando empiezo a bailar; /pero, ven, te digo una cosa: /conmigo no vengas a jugar /porque por algo me dicen La Peligrosa, /a mí no me vas a enredar…”.


Martina la Peligrosa es paisana de nadie menos que de David Sánchez Juliao, El Flechas, El Pachanga; y para algo le tenía que servir el paisanaje porque tiene una alegría desbordante y un humor contagioso; “Buena onda, o buena vibra”, como dicen los muchachos de las personas que proyectan empatía y transmiten buena energía. “Bueeeno; yo, propiamente, soy cariteña de Ej Carito; pero esso ej como sedd´e Lorica, pojque laj doj quedan ahí pegadaj”. 

Supe de Martina, la Peligrosa, por la columna “Caído del Zarzo” que Elkin Obregón tiene en el periódico Universo Centro, en cuya edición nro. 62 de febrero de 2015 (página 13) insertó una coda a su artículo “Un libro y una carta” (sobre Isabel García Lorca, la hermana de Federico) donde dice que:


La cantante Martina La Peligrosa es muy joven, muy bella, y es costeña hasta los tuétanos. Ofrece en Youtube sus Lecciones de Idioma Cordobés, que son más de treinta y las envidiaría cualquier etnolingüista, una palabra imposible, indigna de Martina”.

Con esto despertó mi curiosidad, y quise conocer esas lecciones de cordobés que, en ese enfoque, no sólo viene a ser un dialecto del español sino un dialecto específico del acento costeño que, como dice Juan Esteban Constaín, “los cachacos pensamos que todos los costeños hablan igual, pero no es así”, y ella le aclara que “Esse hablaíto cantao que se inventaron en laj novelaj de televissión, ej un sancooocho que no ej de un lao ni ej del otro”.

Buscando en Youtube el video aludido por Obregón, me encontré con un conversatorio en el auditorio de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República en Bogotá, con motivo del día del idioma celebrado el 23 de abril de 2015. Allí el historiador, novelista, y lingüista caucano Juan Esteban Constaín conversa con Martina la Peligrosa sobre cómo surgió la idea de hacer esas lecciones o clases de cordobés que empezó a colgar en las redes sociales y tuvieron amplia acogida al punto de que el número de sus seguidores ha venido creciendo constantemente. Ya, para este momento, un tema que empezó siendo para mí como una mamadera de gallo o tomadura de pelo, se ha vuelto serio y encuentro que tal videoconferencia que fue transmitida a la sala correspondiente del banco en la capital cordobesa es bastante llamativa y muchos de mis lectores encontrarán en su hora larga de duración un contenido de mucho interés para los que nos atraen los temas que tienen que ver con el idioma. Cita Constaín a Oscar Wilde cuando afirmó, refiriéndose al inglés que se habla en los Estados Unidos en comparación con el que se habla en Inglaterra; que “los angloparlantes estamos separados por el abismo de nuestra lengua común”. Tal cosa puede aplicarse, naturalmente, a los hispanoparlantes, cuyo idioma tiene tantas variaciones de un país a otro, de una ciudad a otra, y hasta de un barrio a otro dentro de la misma ciudad, parce, que van más allá del simple acento, y cambia hasta en la connotación de las palabras. Puede escuchársele a cualquier valduparense, durante el Festival Vallenato en el mes de abril, “eche, o´jodddaaaa”, que él está dispuesto a ir al tablado donde se presentan los acordeoneros el domingo siguiente, “Ojalá llueva”. Para ellos esta no es una exclamación de deseo, sino una afirmación de que allá irán llueva, truene, o relampaguee. “No importa que llueva”, porque allí estarán.

Lecciones de cordobés”, Ecos de la Lengua Colombiana:

El conversatorio viene a ser una recreación de las lecciones o tips martinapeligrosianos de particularidades de las palabras y el acento del español hablado en la población de El Carito, en cercanías de Lorica (Córdoba), de las cuales doña You Tube de Google tiene este resumen o compilación de ocho minutos de duración:

Clases de cordobés”, por Martina la Peligrosa:

Me dijeron en Valledupar que el cachaco es cachaco hasta que se muere, pero “No, hombeee, qué va, ¡embujte!”. Algo tendrá uno que aprender en estas lecciones de cordobés de la peligrosa Martina; porque, no nos digamos mentiras, peligrosa… ¡Sí es!

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)


No hay comentarios:

Publicar un comentario