domingo, 5 de noviembre de 2017

229. Cuchipe, el torbellino de Brigitte Bardot

La actriz francesa Brigitte Bardot cantó, acompañándose de guitarras, la canción colombiana “Cuchipe”, caracterizada de campesina boyacense. 

“Cuchipe” torbellino cantado y tocado por la actriz francesa Brigitte Bardot para la televisión de su país, el 1º de enero de 1963:


Eso fue toda una novedad, y seis meses después la grabó para el sello Phillips, disco que es para los colombianos una curiosidad. Gracias a ella, supongo, ese tema fue grabado después por los españoles “Los Lobos” y también por “Los Pekenikes”. También lo hicieron otros. Es un tema que ha sido atribuido erradamente a Ismael Orozco, a Campo Elías Torres, a los Hermanos Hernández, a Simón Serrato, a Carlos Julio Ramírez, y a otros que no son sus autores; y hasta se asegura que es de autor anónimo con derechos reservados de autor (DRA), o sea una de esas “canciones del folclor” que no tienen paternidad reconocida.



Estaba tratando de averiguar quién fue el colombiano, amigo suyo, que le enseñó a la actriz esa canción colombiana supuestamente boyacense; y digo supuestamente porque es un bambuco o torbellino, y porque habla de las romerías a donde la Virgen de Chiquinquirá en que los que se confiesan salen “santos” del confesionario y después de comulgar. Estaba en esas, y me encontré con el blog del historiador santandereano Oscar Humberto Gómez Gómez:

“Brigitte Bardot y el Cuchipe de Eduardo Gómez Bueno”, publicado en enero 4 de 2013:


“La revista virtual Eje 21 publicó apartes de la conferencia que bajo el título “¿Qué le pasa a la música colombiana?” dio en Bogotá el connotado hombre de radio y figura prominente de RCN don Antonio Pardo García, quien se encuentra escribiendo la historia de la radio en Colombia. Allí, hace don Antonio la aseveración de que “…Hasta la eximia actriz francesa Brigitte Bardot anduvo por estas tierras y grabó un par de canciones nuestras, como “El Cuchipe”, en ritmo de bambuco fiestero. Al estilo y con coplas populares boyacenses lo conoció el mundo, mientras otros lo interpretaban como una guabina…“. Orlando Ramírez Casas hizo circular de inmediato un correo en Internet en el cual escribió lo siguiente: “Aclaro a don Antonio y a ustedes que Brigitte Bardot no estuvo por estos lados. ¿Se imaginan la bulla que le hubieran armado nuestros pintorescos y tropicales periodistas de farándula que han llegado a hacer una telenovela con la vida de la cantante Marbelle y publicitan a cuanta estrella se le ocurre venir por aquí a deshacer los pasos? La famosa Brigitte Bardot grabó ese bambuco (o guabina) porque se lo enseñó un amigo de ella, boyacense radicado en París, y fue allí donde lo aprendió y lo interpretó para la televisión francesa, disfrazada de campesina boyacense“. El correo de Ramírez Casas nos llegó gracias a la gentileza de nuestro buen amigo Sergio Torres Barrera, Director del Instituto de Enseñanza Inglés (IDEI). En efecto, el video corresponde a la presentación de la sobresaliente actriz europea ante la televisión de su país natal, y no a que hubiese visitado Colombia. Brigitte Bardot sí estuvo en América Latina, en el año 1965, pero en México, país en el cual se llevaron a cabo los trabajos de filmación de una de sus películas (“¡Viva María!“), tal y como ella lo narra en su libro de memorias.  De todos modos, la destacada actriz francesa sí hizo escala, en su viaje a México, en el aeropuerto Eldorado de Bogotá, conforme lo relata ella misma en su libro autobiográfico: “La escala siguiente fue Bogotá, en Colombia. El aeropuerto estaba a una altura impresionante: 2 600 metros. Hacía mucho frío. El aire era cortante y enrarecido. (…)”. (BARDOT, Brigitte. Iniciales B.B. Memorias. 1a edición en castellano para América Latina. Traducción de Álvaro Castro, María Mercedes Correa y Nicolás Suescún. Grupo Editorial Norma. Bogotá. 1996, p. 370)”.

Quintus Gaetulius en el blog “Por la vereda tropical” hizo investigaciones al respecto, que contribuyen a dilucidar el hecho de que la Bardot estuvo en Bogotá porque el avión de Varig que la transportaba hizo escala en el aeropuerto de El Dorado, pero no pisó suelo colombiano porque no descendió del avión adonde llegaron uno o dos periodistas a entrevistarla. No cantó allí el Cuchipe, “porque yo no vine a cantar. Si quiere oírlo compre el disco”. Esa es la vez que estuvo más cerca del territorio colombiano:


“BB dejó, en su paso por Eldorado, besos, autógrafos, y la política frase “los colombianos son simpáticos”, en español menos correcto que el empleado en la grabación. Pero no pisó suelo nacional. Sabemos también que vestía un abrigo de piel de camello y que lucía el original del peinado BB que, en ese entonces, imitaban todas”.

¿Cuál es la historia oficial de esa canción, según página publicada por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República? Veamos un párrafo del artículo de Javier Ocampo López titulado “El pueblo boyacense y su folclor”:


“La romería a la Virgen de Chiquinquirá ha dado motivos para las canciones de algunos bambucos populares colombianos. Uno de ellos de gran tradición, es el bambuco "CUCHIPE", de autor anónimo, cuya letra expresa así”.

"De Chiquinquirá yo vengo
de pagar una promesa.
De Chiquinquirá yo vengo
de pagar una promesa;
y ahora que vengo santo,
dame un besito, Teresa. 
Y ahora que vengo santo,
dame un besito, Teresa.

Ala, Dolores,
toma la llave
y abre la puerta,
enciende la vela,
tiende la cama,
y ¿Qué hay de Cuchipe,
qué hay de Cuchipe,
qué hay de Dolores?

El que enamora casadas
siempre está descolorido,
¿será por las trasnochadas,
o por el miedo al marido?

Las mujeres de mi pueblo
no saben ni dar un beso;
en cambio las Bogotanas,
estiran hasta el pescuezo”.

El escritor Manuel Mejía Vallejo en artículo titulado “Semana Santa con una vacunita de humor”, que publicó el periódico El Mundo de Medellín en su edición del sábado 29 de marzo de 1980, dice que:


“Por esa Centroamérica me hice amigo de Cuchipe de Mallarmé, Eduardo Gómez Bueno, y descubrí, cuando todos lo ignoraban, que con su esposa es autor de El Cuchipe, cantado hasta por Brigitte Bardot como aire boliviano… Eduardo era un actor muy parecido a Douglas Fairbancks, y representaba La Pasión por aquellos pueblos volcánicos en su papel de Cristo… ¡Un cínico simpático y vagabundo como Cuchipe de Mallarmé en el papel de personaje tan admirable!”. Pues, con sus ganancias, marchaba a París y traía una tropa de muchachas meneadoras de cadera a quienes hacía pasar como auténticas figuras del Moulin Rouge porque “el que peca y reza empata”, solía decir él alardeando de su travesura”.

Pues no hay tal que el autor del Cuchipe hubiera sido un boyacense, puesto que el que lo compuso fue… ¡un marinillo! Marinillo, de Antioquia, puro paisa; y así lo cuenta don Hernán Restrepo Duque en su libro “A mí cánteme un bambuco”:

“Manuel Mejía Vallejo desde Costa Rica, ya consagrado por sus novelas como uno de los grandes de la literatura colombiana, informó sobre el descubrimiento casual del autor de “Cuchipe”, uno de los temas colombianos más misteriosos de todos los tiempos… que había sido impuesto por allá por el año de 1936 por el grupo colombiano de Los Llaneros que dirigía Alejandro Wills, y tampoco allí dan crédito autoral a nadie… Como suyo lo registró en Buenos Aires Carlos Julio Ramírez que por lo que se sabe siguió reclamando las regalías en aquellas regiones… Mejía Vallejo contaba cómo Eduardo Gómez Bueno, nativo de la población antioqueña de Marinilla; explicó en una reunión, en la que coincidieron, que “Cuchipe” se denomina al anfitrión de las cuchipandas, que son parrandas de gente alegre con cena al fondo. Que Soledad Ramírez, su señora, compuso la música en su violín y que él la pasó a la guitarra por allá en el año 29, adicionándole coplas populares. Que la cantó por primera vez en Santiago de Chile, cuando hacía parte del dueto de Los Antioqueños en la compañía Alegría Enhardt, y que la cantó como parte de la obra Sevilla 1929”.

Esto es corroborado por el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que dice que "cuchipanda" es:

1. f. coloq. Comida que toman juntas y regocijadamente varias personas.

O sea que muchos se atribuyeron esa obra “a la guachapanda”, y el verdadero autor fue el marinillo Eduardo Gómez Bueno; o, para ser más exactos, fue su mujer doña Soledad Ramírez de Gómez Bueno. Nadie sabe para quién trabaja. Por otra parte, no pude saber cuál fue el colombiano que se hizo amigo de Brigitte Bardot y le enseñó a cantar ese bambuco o torbellino boyacense de ancestros paisas.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)



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