lunes, 10 de marzo de 2014

31 Frank Chávez recuerda a José Alfredo Jiménez

Hay un historiador de la música popular, no sé si nacido en México o de ancestros mexicanos, que al parecer reside en Wichita Falls (Texas-USA). Digo que al parecer, porque el Sr. Google registra varias personas con ese nombre, y hasta un bandido homónimo en Centro América cuyo segundo apellido es Abarca, lo que hace difícil la desambiguación. Me refiero al Sr. Francisco R. Chávez, abreviado como Frank Chávez. Espero no equivocarme con el dato informado por el Sr. Google, y que no se trate de otra persona. Le he preguntado al Sr. Google por él porque hace unos días me llegaron unos correos suyos hablando de música ¡y me encantaron! Tanto, que le pedí que me matriculara directamente entre los corresponsales que reciben sus escritos. Él y yo tenemos en común el gusto por coleccionar anécdotas alrededor de la música popular y sus compositores, como decir en qué mujer se inspiró tal o cual autor para componer una determinada canción. Tal vez yo les parezca un chismoso murmurador, pero me gustaría saber a quién se refirió Adolfo Domínguez Salas con aquello de “Señora bonita… yo amándola tanto y usted tiene dueño”. Y me gusta saber que José Alfredo Jiménez compuso más de mil canciones pero no tenía estudios académicos, no sabía escribir notas musicales, y algunas de ellas se las silbó a su amigo el compositor y arreglista Rubén Fuentes que las transcribió al pentagrama, según contó Miguel Aceves Mejía. Miguel Aceves fue padrino en la boda de José Alfredo con Paloma Gálvez. Hay quien dice que estas minucias no deberían importar sino su obra, pero las personas curiosas somos así. 

Acerca de esto el Sr. Chávez cuenta en uno de sus correos que:

Cuando Mariano Rivera Conde de la RCA Víctor le dio una oportunidad a José Alfredo Jiménez no para que grabara con su voz sino para que diera a conocer sus canciones, le hizo una audición o prueba y con él estaba Rubén Fuentes el director artístico de la división folklórica de la RCA mexicana. José Alfredo venía recomendado por Miguel Aceves Mejía y Mariano le dijo “Bueno, a ver, enséñanos lo que traes. Ahí está el piano”. Y humildemente le contestó José Alfredo “No sé tocar el piano”. Entonces Rivera Conde volvió a preguntar “¿Dónde está tu guitarra?”, recibiendo como respuesta un “No sé tocar la guitarra, no sé tocar ningún instrumento”. Mariano, ya impacientado con el tal compositorcito éste, le propuso “Bueno, aquí está Rubén Fuentes. Dale la nota para que te la saque él en el piano”. Y José Alfredo tuvo que admitir que no sabía leer ni escribir las notas. Enfurecido, y muy bruscamente, Rivera Conde le gritó “Entonces, ¿Cómo compones?”; a lo que José Alfredo, con gran humildad, respondió “Pos… Así no más”. Amigos, lo de él fue un don de Dios.

Así es que he recibido un correo del Sr. Chávez en el que habla del compositor mexicano José Alfredo Jiménez y voy a compartirlo con ustedes pidiéndole disculpas al historiador por meter un poco la mano en su correo que él advierte que fue informal y recompuesto de memoria. Espero no fallarle a él ni fallarles a ustedes en el empeño.

ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)
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JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ
EN EL RECUERDO DE FRANK CHÁVEZ

Frank Chávez


Me han pedido que repita una anécdota o historia que una vez relaté y pido disculpas a los que ya la oyeron. La repito porque hay varios corresponsales con quienes no me comunicaba cuando la escribí hace algún un tiempo. Lamentablemente, no será el escrito original porque no guardo los mensajes que mando ya que para no saturar la memoria de mi computador elimino los correos a medida que aumentan.  


Comienzo con esta pregunta: ¿Quién fue el que dijo a los medios de comunicación nacionales la frase: "¡Ah! por fin alguien que me puede hacer sombra"? Pues, han de saber que fue Agustín Lara, refiriéndose a José Alfredo Jiménez. Lamentablemente José Alfredo Jiménez vivió muy recio.Tomaba mucho licor y esto, desde tiempo atrás, le dañó el hígado. 

¿Por qué bebía tanto? ¿Por borracho? ¿Por vicio? ¿Por enfermedad?  

Pues, sí, el alcoholismo es una enfermedad, pero creo yo que fue por soledad, y por tristeza del hecho de ser una persona con un talento tan enorme y no poder ajustarse a la fama que su talento le generó. 

¿Cómo que vivió solo? 

Vivió solo porque uno puede estar rodeado de mucha gente y tener fama hasta para aventar al techo, y aún así sentir una soledad espantosa. Ese fue el caso de José Alfredo Jiménez que fue, hasta cierto punto, un borracho necio y arrebatado. El alcohol cambia la personalidad de las personas. Alicorado podía ser rudo y hasta un poco cruel, pero estando en sus cabales era una persona muy cortés y amigable.  

Cuando falleció en 1973 en la ciudad de México falleció solo. Alicia Juárez era su compañera (se casaron en California, pero la ceremonia no fue válida porque su primera esposa, Paloma Gálvez, jamás le dio el divorcio) y le avisó a los familiares que José Alfredo estaba muy grave. Nadie vino a verlo y sólo Alicia lo acompañó en sus últimos momentos.

Se casó con ella en Oxnard, California, donde se conocieron porque él había sido juez en un certamen de belleza en que ella participaba. Alicia era una chiquilla, pero él se enamoró profundamente de ella. Causó escándalo en México ese matrimonio, y se voltearon contra él. Hasta Lola Beltrán, su gran amiga, que había sido la madrina de bodas cuando él se casó con Paloma y procreó dos hijos: un hombre y una mujer. Fue a Paloma Gálvez a quien José Alfredo Jiménez dedicó su célebre ranchera "Paloma Querida" que grabó e inmortalizó Jorge Negrete, el ídolo de México en aquel entonces.


José Alfredo amó intensamente. Tanto que por Alicia Juárez, aquella chiquilla muchos años menor que él, dejó de tomar. Sí, se reformó por un tiempo, pero había una diferencia enorme de edades y José Alfredo volvió a recaer. Con el tiempo ella se fue aburriendo de él. 

¿Por qué, si ya había dejado de tomar? 

Sí, es cierto, dejó de tomar, pero ya estaba malo de la salud que el abuso del alcohol le había quebrantado a través de los años.

Alguna vez viajaron a la ciudad de los rascacielos, Nueva York, donde él también era conocido por la música que lo hizo conocer en el mundo entero. Su talento para componer canciones de éxito nunca lo abandonó y lo acompañó hasta la tumba. Sus temas llegaban al corazón y al gusto de la gente. Estando allí estaban peleados Alicia y José Alfredo, por lo que él había vuelto a agarrar la botella. "Dicen los médicos que ¡te estás matando!", le gritaba Alicia a José Alfredo.  

¿Se querían?  

Sí, pero a veces el amor no es suficiente y ella estaba más enojada que una abeja a la que un oso quiera robarle su colmena y quitarle la miel, por lo que se encerró en su cuarto del hotel.

¿Y José Alfredo qué hizo?  

Pues, ¿qué más? Se fue a beber y a curar con alcohol sus heridas.  Resulta que por Nueva York andaba también el trío Los Panchos (Gil, Navarro y Cáceres) y que ellos conocían a José Alfredo que era íntimo camarada de Alfredo “El Güero” Gil.  Juntos se dieron unas peas o barracheras tremendas; pues eran José Alfredo y el Güero imparables, tratándose de bohemia. El Güero tenía a José Alfredo contratado con CAMPEI, su casa editora de música. De que les dio gusto encontrarse, pues ya saben la respuesta. Imagínense a dos paisanos y amigos encontrarse por allá, lejos de su tierra.

Ya les conté que José Alfredo amaba a la joven Alicia Juárez, le tenía mucho cariño, y decidió llevarle serenata hasta su cuarto con Los Panchos. Con ellos iba el Mariachi Vargas de Tecalitlán, "el mejor mariachi del mundo".  Y, pues, Los Panchos era también “el mejor trío del mundo y de todos los tiempos”. 

¿Y José Alfredo qué?  

Pues era "El Rey". Fue precisamente esa, y esta otra de "Te solté la rienda", las que estrenó ahí esa noche en homenaje a Alicia. ¡Qué barbaridad! ¡Quién pudiera haber escuchado esa serenata!

Alicia estaba enfurecida y ni las luces encendió. Ni modo.  Pero que esa fue una noche inspirada, lo fue. Se emocionaron tanto que ahí mismo, sentado con José Alfredo en una banca en el mero centro de la ciudad de los rascacielos, el Güero Gil pidió pluma y papel y compuso "Basura" que grabó el trío Los Panchos:


Esto no es algo que se inventa su servidor Frank Chávez, amigos, pues la misma Alicia Juárez lo ha contado. Jesús Rodríguez de Hijar, quien andaba como director del Mariachi Vargas de Tecalitlán y era integrante del grupo, asegura que así fue. La prueba es que en el artículo "José Alfredo Jiménez, el ranchero que llego de un mundo raro" que el periódico Crónica publicó en su edición del viernes 22 de noviembre de 2013 se comprueba la existencia de esta escena.

Lo que sí es puro cuento es eso de que "Basura" fue una colaboración entre el Güero y José Alfredo. Si bien éste lo acompañó en ese momento, el Güero es el compositor; como también es falso que Alicia Juárez fuera la "Basura" que inspiró y a quien se refiere el Güero Gil en su canción. ¡Puro cuento chino esto! Alfredo Gil nunca tuvo nada contra esta pobre muchacha. La basura a quien él se refiere es una vedette en México con quien él estaba en un romance torrente siendo casado con otra. Es él quien basura se volvió por andar involucrado con ella.

Ambas canciones "El Rey" y "Basura" fueron superéxitos pero, me preguntarán ustedes, ¡Cómo que Cáceres! ¿No querrás decir mejor que Frank Ovidio Hernández?  No, señores, fue Enrique Cáceres el primerista que anduvo con ellos en Nueva York aquel entonces y fue Cáceres quien grabó primero "Basura" con Los Panchos, y no Ovidio; aunque sí la volvieron a grabar después con éste cuando ya había sido dada a conocer antes con Enrique.

Hablando de "El Rey" (pero sigo siendo el rey), una vez unos cronistas en México se le echaron encima a Vicente “Chente” Fernández porque en España tuvo, según ellos, el atrevimiento y el descaro de cantarlo ante el rey Juan Carlos y la reina Sofía. Ya lo traían al pobre de Chente cogido de los cabellos. Como hay que dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César, luego, le preguntaron al monarca acerca del incidente, disculpándose, y el rey Juan Carlos los cagó a todos los periodistas escandalosos de México diciendo que en su música José Alfredo Jiménez "sigue siendo El Rey”. Lo que no sabían es que el rey Juan Carlos es un aficionado a la música folklórica de México y en ese momento ya no hallaban ni qué decir los periodistas. Cuentan que cuando Vicente cantó "El Rey", don Juan Carlos saltó como conejo del trono, muy entusiasmado, aplaudiendo jubilosamente a Vicente por ser ésta una de sus canciones favoritas.

“El Rey”, por Vicente Fernández:

Tuvo muchas musas José Alfredo.  Fue muy enamorado.  A Lucha Villa le dedicó "Amanecí en tus brazos":


A Irma Dorantes "Muy Despacito", cosa que inmortalizó Pedro Infante. Infante, por cierto, iba a verse con Irma Dorantes allá en Yucatán cuando se mató en un accidente aéreo:


A Columba Domínguez, esposa del Emilio “El Indio” Fernández (el mejor director cinematográfico mexicano de todos los tiempos, y también un gran actor), le dedicó "Un Mundo Raro":


A Lola Beltrán, quien se volteó después contra él a causa de Alicia Juárez y las intrigas de Paloma Gálvez, le dio su bolero "Si nos dejan":


Por cierto a Amalia Mendoza la inmortalizó con "Amarga Navidad":


Pero también estuvo ligado amorosamente con Irma Serrano, una mujer muy controversial.  A ella le dedico su ranchera "No me amenaces":


"Te solté la rienda" fue dedicado a Alicia Juárez y en ésta la compara a un potro a quien él debe soltar la rienda, dejarlo libre.  Ya estaba cansado José Alfredo y no vivió muchos años más después de componer esto que fue todo un éxito:


Quería José Alfredo que Alicia triunfara en México y hasta grabaron y se presentaron juntos. Le dio un exitazo con su corrido "La Araña" que rompió records de venta. De veras, amigos, yo creo que en el corrido de "La Araña" era a Alicia a quien se refería Jiménez ("ya estás tejiendo la red –o sea, la telaraña– como en aquella mañana... hoy comprendo que por eso me entregaste tu hermosura y me diste en cada beso tu ponzoña con dulzura"):


En "Cuando vivas conmigo" habla de su mucha edad frente a la juventud de Alicia diciendo que "tengo el pelo completamente blanco, pero voy a sacar juventud de mi pasado".  Y continúa diciendo que "te voy a enseñar a querer, porque nunca has querido. Ya verás lo que vas aprender, cuando vivas conmigo":


También le dedicó otra canción, esta tal vez más amarga "Yo debí enamorarme de tu madre":


Sí, él sabía que le llevaba muchos años y cuando él falleció Alicia permaneció por un tiempo en México, pero sintiendo como que allí la culpaban a ella indirectamente por la muerte de José Alfredo.  Se regresó a Estados Unidos y, años después, se volvió a casar con otro.  Aun vive, y lo único que le quedan son los recuerdos.

Les conté que también a María Félix, la Doña, María Bonita, le dedicó una canción. Habían trabajado juntos en la pelicula "Juan Gallo" y compuso dos canciones para la película "La Bandida" con María Félix, aunque la que interpreta en la cinta es Lola Beltrán.


Cuando Juanga (Juan Gabriel) empezó a hacerse famoso Lucha Villa grabó un álbum con sus canciones y por eso le reclamó José Alfredo "¡Qué! ¿No que tú eras mi musa?". “Quieren comparar a Juan Gabriel con José Alfredo pero le falta mucho, amigos”. Si yo, que sé tan poco de música, sé que esto que les cuento es verdad, ¿Qué no les podrán decir quienes de veras conocen del tema?

Recuerdo que una vez llegaron mis tíos de visita a casa. Traían un alboroto. Venían con el chisme o noticia de que había fallecido en México José Alfredo Jiménez.  No lo podíamos creer. Yo no lo podía creer. "¿Cóoomo? ¡No es posible!".  Sin que nadie me viera, me encerré en mi recámara con las luces apagadas, y lloré por José Alfredo Jiménez porque me había criado con sus canciones y con las de Los Panchos.  Llegaron sus canciones hasta el mero fondo del público.  Su música era un retrato de lo que todos sentían en su interior.

Ya hace tantos años que falleció, pero su música nunca muere y sigue "Siendo el Rey" de la misma manera que Los Panchos siguen siendo "El mejor trío de todos los tiempos".  No hay ni ha habido quienes igualen al uno ni a los otros.  Fueron José Alfredo y Los Panchos unos genios irrepetibles de la naturaleza.
Frank Chávez


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