Hola,
jóvenes:
Bélgica,
al norte de Francia, es un país que lleva por nombre una palabra esdrújula
marcada con tilde por tener el acento en la antepenúltima sílaba; y hay una
ciudad en Portugal que se llama Benfica, palabra grave no tildada que lleva el
acento en la penúltima sílaba. Algunas personas, por influencia subconsciente del
uno sobre la otra, pronuncian erradamente “Bénfica”.
Para estas palabras con acento trocado me he inventado una nueva categoría, la
de las falsas esdrújulas, y para prevenirlas me he inventado una tilde no académica,
“ponéme cuidado”. Si no pongo esa
tilde, a vos te da por quitar la e
para pronunciar ponme, con lo que te
me tirás en el voceo y me mandás pa´l tuteo, ¿Entendés? Pertenecen a la
categoría de las falsas esdrújulas, por ejemplo, las palabras pabilo, mendigo,
avaro, y postigo; que muchos pronuncian pábilo, méndigo, ávaro, y póstigo; pero
no hay tal.
No ha
de faltar quién pregunte qué es un postigo en estos tiempos en que la palabra,
y hasta el objeto mismo, han casi desaparecido. Aventuraré mi propia
definición: “un postigo es una ventanita
abierta en la ventana, o en la puerta, y sirve para mirar a todo el mundo desde
allí… pero sin dejarlo entrar. No, por lo menos, hasta no saber quién es y de
parte de Dios Todopoderoso diga qué quiere”. Es esa ventanita de los viejos
confesionarios, cubierta por una rejilla o cortinilla morada; por donde el
confesor, protegiéndose de los malos olores, mira a los penitentes para ver
quién salió con semejante barbaridad que amerita tres rosarios de rodillas en
un pedregal. Veamos lo que dice el diccionario:
Definiciones web:
http://es.wikipedia.org/wiki/Postigo
Una contraventana, puertaventana, o postigo, es una pequeña puerta exterior incorporada a la ventana mediante bisagras y tiene funciones parecidas a la persiana pues, además de proteger, impide el paso de la luz o del calor.
Definiciones web:
http://es.wikipedia.org/wiki/Postigo
Una contraventana, puertaventana, o postigo, es una pequeña puerta exterior incorporada a la ventana mediante bisagras y tiene funciones parecidas a la persiana pues, además de proteger, impide el paso de la luz o del calor.
Postigo
tiene una palabra sinónima que es la palabra “uzo”, ya en desuso:
Uzo puede designar una puerta que es, como todos sabemos, "una armazón de madera, hierro, u otra materia que, engoznada o puesta en el quicio y asegurada por el otro lado con llave, cerrojo, u otro instrumento, sirve para impedir la entrada o salida"; o designar un postigo, que es una puerta falsa que ordinariamente está colocada en sitio excusado (privado o clausurado) de la casa; o referirse también a una puerta chica abierta en otra mayor.
Hay,
principalmente en España y en Perú, familias que llevan ese apellido (la del marqués
García del Postigo tiene blasones y escudo familiar), que vaya uno a saber si
les viene por culpa de algún tatarantepasado al que le gustaba brujear por las
hendijas.
Tomás
Postigo, encuentro, es un empresario productor de vinos de marca con su nombre
en la región de la Ribera del Duero, y hubo un presentador de televisión que
llevó ese apellido:
Laureano Postigo (*1928 en
Nerva, provincia de Huelva en España; † en Madrid el 9 de diciembre de 2006), crítico
musical e impulsor de la copla andaluza. Famoso en los años 70 por dirigir y
presentar en la TVE la serie Cantares (1978-1979),
emitida desde el famoso Corral de la Pacheca. En ese espacio tuvo ocasión de
entrevistar a las mejores voces de la canción española, como Conchita Piquer,
Rocío Jurado, Juanita Reina, Estrellita Castro, Rafael Farina, Marifé de Triana
y Lola Flores; o personajes que iniciaban su carrera profesional, como Isabel
Pantoja.
Mario
Postigo fue un personaje de ficción que se hizo famoso porque María, su mujer,
forzó la viudez con ayuda de un cruce de navajas entre su marido y su amante,
en un lance que tiñó de malva el amanecer; hecho que ella logró hacer aparecer mentirosamente
en el noticiero como si dos drogadictos en plena ansiedad la hubieran dejado
viuda mientras ella miraba por un postigo desde el portal. La letra de la
canción “Cruce de navajas” podría ser
el argumento de una película o thriller
amoroso de ménage à trois, y fue compuesta
por los hermanos Nacho y Chema Cano, e interpretada por ellos en compañía de la
vocalista Ana Torroja, o sea el grupo “Mecano”
de España.
"CRUCE DE NAVAJAS"
(Letra y música de Nacho y José María Cano, interpretada por ellos y Ana Torroja del grupo Mecano)
A las 5, se cierra la barra
en "El 33";
pero Mario no sale
hasta las 6.
Y, si encima le toca hacer caja,
¡Despídete!,
casi siempre se le hace de día
mientras María
ya se ha puesto en pie;
ha hecho la casa,
ha hecho hasta el café,
y le espera medio desnuda.
Mario llega, cansado, y saluda
sin mucho afán.
Quiere cama,
pero otra variedad.
Y María se moja las ganas
en el café
-Magdalena hasta el sexo convexo-.
Luego, al trabajo
en un gran almacén.
Cuando regresa,
no hay más que un sommier
taciturno, que usan por turnos.
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
Pero hoy, como ha habido redada
en "El 33",
Mario vuelve a las 5 menos 10.
Por su calle vacía, a lo lejos,
sólo se ven
unos novios comiéndose a besos.
El pobre Mario
se quiere morir
cuando se acerca,
para descubrir
¡Que es María con compañía!
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
Sobre Mario, de bruces, tres cruces:
Una, en la frente. La que más dolió.
Otra, en el pecho. La que le mató.
Y otra, abierta en el noticiero:
"Dos drogadictos, en plena ansiedad,
roban y matan a Mario Postigo
mientras su esposa es testigo
desde el portal".
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
(Letra y música de Nacho y José María Cano, interpretada por ellos y Ana Torroja del grupo Mecano)
A las 5, se cierra la barra
en "El 33";
pero Mario no sale
hasta las 6.
Y, si encima le toca hacer caja,
¡Despídete!,
casi siempre se le hace de día
mientras María
ya se ha puesto en pie;
ha hecho la casa,
ha hecho hasta el café,
y le espera medio desnuda.
Mario llega, cansado, y saluda
sin mucho afán.
Quiere cama,
pero otra variedad.
Y María se moja las ganas
en el café
-Magdalena hasta el sexo convexo-.
Luego, al trabajo
en un gran almacén.
Cuando regresa,
no hay más que un sommier
taciturno, que usan por turnos.
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
Pero hoy, como ha habido redada
en "El 33",
Mario vuelve a las 5 menos 10.
Por su calle vacía, a lo lejos,
sólo se ven
unos novios comiéndose a besos.
El pobre Mario
se quiere morir
cuando se acerca,
para descubrir
¡Que es María con compañía!
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
Una, en la frente. La que más dolió.
Otra, en el pecho. La que le mató.
Y otra, abierta en el noticiero:
"Dos drogadictos, en plena ansiedad,
roban y matan a Mario Postigo
mientras su esposa es testigo
desde el portal".
Cruce de navajas por una mujer,
brillos mortales despuntan al alba,
sangre que tiñe de malva
el amanecer.
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